Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorMientras en Occidente consumimos mayormente tés negros o fermentados, en el este de Asia, más específicamente en Japón, se decantan exclusivamente por los tés verdes o sin fermentar. China y Japón son los grandes productores y consumidores de esta variedad, pero no todos los tés verdes que producen son iguales. Los tés que solo están hechos de hojas y que se han cocido al vapor y tostado inmediatamente después de su recolección se pueden considerar verdes, pero no todos son iguales ni tienen el mismo sabor, olor, textura o color.
Tal y como explica World Green Tea Association, la producción total de té del mundo es de aproximadamente 2.960.000 toneladas al año. Entre ellos, el 70% son de té negro y el 22% de té verde. China es un país productor de té verde más grande del mundo con 480.000 toneladas al año. Pero los tés verdes también se producen en Japón, Vietnam, Indonesia, India y Rusia.
El té verde es una categoría tan amplia como el vino blanco, y su calidad varía drásticamente desde los tés que podemos encontrar en el supermercado hasta los que se utilizan en las ceremonias tradicionales del té. Además, mientras el té verde japonés se elabora con un proceso de cocción al vapor, el té chino utiliza un proceso de tostado. Cuando se procesan las hojas de té verde chino, se hace a mano y se trabajan en muchas formas, enrolladas en bolas, en espirales alisadas... lo que ofrece variedad y estética a la experiencia de beber té. En cambio, cuando se procesa el té verde japonés, se hace a máquina y se pulveriza en un polvo, llamado matcha, o se enrolla en formas uniformes de agujas, llamadas sencha. El té verde chino, por el contrario, está disponible en miles de variedades diferentes.
En cualquier caso, conocer los distintas variedades te ayudará a encontrar el que más te guste y a apreciar mejor sus propiedades.
Matcha: Las plantas de té cultivadas bajo sombra se utilizan para hacer este té, un proceso que permite que las hojas produzcan más clorofila, lo que le da este color verde intenso. Cuando las hojas son recogidas; sus venas y tallos e quitan meticulosamente y luego se cuecen al vapor, se tuestan y se muelen a la piedra en polvo.