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Alimentación
El engaño del pollo de corral y el color anaranjado
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Viernes 14 de enero de 2022
ACTUALIZADO : Viernes 14 de enero de 2022 a las 10:53 H
5 minutos
¿Sabrías diferenciar el origen del pollo que compras en el supermercado?
La carne de pollo de corral está muy bien valorada por los consumidores, ya que tiene la creencia de que esos animales han sido criados en libertad y no hacinados en jaulas, y lo distingue del resto por su color anaranjado. Pues bien, la realidad es que desde el punto de vista legal, la carne de pollo de corral no existe.
La actual legislación no contempla esta denominación. Beatriz Robles, especialista en seguridad alimentaria, nutricionista y divulgadora, explica a El Español que la ausencia de regulación permite a las marcas etiquetar bajo esta denominación pollos que han sido criados de forma industrial. "El artículo 78 del reglamento 1308/2013 establece las denominaciones de venta de distintos productos. 'Aves de corral' es la aceptación genérica para un sector productivo que engloba preparaciones y productos de las especies Gallus domesticus, pato, pavo, ocas y pintadas. Todas ellas son "de corral", independientemente de su sistema de producción", contaba la experta.
En el mencionado artículo se explica que además la industria ha hecho que la carne del pollo criado de forma industrial -cuyo color es más bien rosáceo- adquiera el color anaranjado asociado al pollo criado en el campo. Así, detalla que el proceso que se sigue para que adquiera la pigmentación anaranjada lo contaba el profesor de Biotecnología de la Universidad Politécnica de Valencia y divulgador José Miguel Mulet en su último libro, ¿Qué es comer sano? (Destino, 2018). "Si se le añade a la dieta del pollo determinados carotenoides sintéticos, como el etil-éster del ácido apocarotenoico, o naturales, como la luteína, que es una molécula presente en la alfalfa, los granos de maíz y algunas flores, le damos un color amarillento", escribe el científico. "Si añadimos el pigmento natural zeaxantina, le damos un color más anaranjado".
El pollo lidera el puesto de las más consumidas en nuestro país con una cifra de unos 14 kilos por persona al año. Con lo cobtado aquí, a la hora de hacer la compra, ¿sabrías diferenciar el origen de ese pollo que te estás llevando a casa según su tipo de crianza? Te ayudamos:
Pollo campero
Este tipo de pollos pueden crecer de forma tradicional dentro de una pequeña granja, que no tenga una producción industrial, o en régimen de libertad total. Precisamente, es ese espacio del que dispone uno de los factores determinantes en cada tipo de crianza de un pollo.
¿Qué alimentación reciben? Lo más común es que su dieta sea a base de cereales o bien directamente granos de maíz. Todo de origen natural. Así se logra un tono, tanto en la carne como en la piel, que se torna amarillenta en unos pollos que suelen ser algo más caros ya que el proceso es más artesanal y requiere de un mayor tiempo en los cuidados (son aves de crecimiento lento). Además, otras de las características es que este tipo de carne es más firme y menos grasa.
Crianza en entornos industriales
El mayor consumo de pollos en nuestra rutina de alimentación diaria procede del sector industrial, donde se crían de forma intensiva en el interior de granjas donde viven, durante 42 o 56 días, numerosos pollos en un espacio reducido.
Pese a todo, con los años se ha mejorado el bienestar de estos animales, de crecimiento rápido, para que se críen en un entorno más respetuoso y con una alimentación basada en maíz, soja y trigo. Son los más económicos de la cesta de la compra.
Certificado ecológico
Un pollo ecológico es siempre un pollo de corral, pero hay que darse otra serie de factores, por lo no todos los camperos pueden ser certificados como ecológicos. Para que así sea tienen que cumplirse otros requisitos:
- Alimentarse de piensos ecológicos o alimentos que no hayan sido tratados ni modificados con sustancias químicas.
- Cumplir la normativa de producción agrícola ecológica en relación a que su crecimiento sea lento, asegurar unas horas de descanso (8 sin luz artificial) o el espacio en el que se deben criar. Libertad de movimientos y con acceso al exterior.
- Sacrificio a los 81 días.
- Carne más sabrosa y firme, parecida a la de los pollos de corral.
- Un mayor precio para el consumidor por esa serie de cuidados extras que reciben.