Victoria Herrero
Alimentación
Según un estudio, las palomitas de maíz son eficaces para combatir el envejecimiento
Los componentes de las palomitas favorecen el aspecto de la piel y regulan el azúcar en sangre
Las palomitas de maíz, ese aperitivo tan norteamericano para ver una película en el cine o en casa, se han convertido en un alimento saludable. No lo decimos nosotros, sino un estudio de la American Chemical Society (@AmerChemSociety), que asegura que este ingrediente ayuda a combatir el envejecimiento gracias a sus propiedades antioxidantes, además de regular el azúcar en sangre.
Gracias a su alto nivel de polifenoles, estos granos inflados de maíz contribuyen al correcto funcionamiento del sistema digestivo, al tiempo que favorecen el aspecto de la piel, evitan la aparición de manchas y frenan las arrugas tan propias del paso del tiempo. Por si esto fuera poco, se pueden enumerar más beneficios para nuestra salud según estos investigadores:
- Impiden la debilidad muscular.
- Disminuyen el colesterol.
- Ayudan a prevenir la osteoporosis o el deterioro congnitivo.
Conclusiones que se extraen de este informe que alaba las propiedades saludables de este tentempié. Eso sí, es importante resaltar que, para beneficiarse de esta lista de buenos deseos, lo mejor es elegir las palomitas naturales que no estén procesadas ni tengan sal al contrario que las industriales.
¡Haz tus propias palomitas en casa de la forma más sana!
Por ello, nada como hacer unas buenas palomitas caseras. Así, si queremos preparar un par de raciones pequeñas para dos personas, necesitaremos unos 60 gramos de granos de maíz crudo, un par de cucharadas de aceite de oliva y un pellizco de sal. En este caso, no utilizaremos ni mantequilla ni azúcar.
Su elaboración es muy sencilla. En primer lugar, cogemos una sartén y echamos el aceite de oliva. Subimos el fuego y, cuando esté bien caliente, echamos los granos de maíz. Procura que no queden amontonados unos encima de otros y tapa bien la sartén, dejando un pequeño hueco para que salga el vapor. En unos segundos, empezarás a escuchar como saltan las primeras palomitas. Es hora de bajar la temperatura y seguir cocinando hasta que cesen "las explosiones". Además, retira los granos que hayan quedado sueltos o las palomitas quemadas y sazona al gusto.