Pautas para llevar una alimentación saludable, según Henri Joyeux

La relación entre tener unos buenos hábitos alimenticios y la reducción del riesgo de padecer algunas enfermedades se ha demostrado. De hecho, hace casi tres mil años, Hipócrates ya decía “que tu alimento sea tu medicamento”.

Así pues, son muchos los médicos que insisten en la necesidad de comer bien para prevenir enfermedades. Es el caso de Henri Joyeux. Este médico francés es experto en cáncer y nutrición. Su libro Come bien hoy, vive mejor mañana, publicado en España por la Editorial Planeta (@planetadelibros) en 2017, está considerado la biblia de la alimentación saludable. En él, recoge consejos y recomendaciones para comer mejor y conseguir así una buena salud.

 

Consejos nutricionales

Joyeux intenta resumir qué modificaciones debemos hacer en nuestros hábitos alimenticios para convertirlos en más saludables. Él mismo advierte que parecen sencillos de adoptar pero que pueden resultar más difícil de lo que parece y los malos hábitos terminan por volver.

El primero de esos consejos es la reducción de alimentos de origen animal, que deben sustituirse por productos de origen vegetal. Por ejemplo, consumir menos carnes rojas y sustituirlas por más carne blanca procedente de animales de dos patas. También recomienda aumentar el consumo de pescado y marisco fresco, preferentemente capturado en mar abierto.

Por el contrario, debemos aumentar el consumo de fruta y verdura. Respecto a la fruta, debe ser fresca y mucho mejor de temporada, y debemos tomar, como mínimo, cuatro piezas al día. Ese es el número de verduras que debemos tomar al día, ya sea crudas o cocinadas, preferiblemente al vapor, una forma de cocción que mantiene la gran parte de los nutrientes de los alimentos.

 

El aceite de oliva y el zumo de limón son los productos que recomienda el profesor Joyeux para el aliño de cualquier ensalada. Otra recomendación nos habla de los lácteos, donde pide sustituir los quesos frescos y los yogures por una porción de queso de cabra o de oveja con cada comida, ya que son más sabrosos y más saciantes.

Dos veces por semana, como mínimo, debemos tomar una ración de cereal integral y otra de legumbres.

Y, por lo que respecta a la bebida, debemos beber entre dos y cuatro vasos de agua al día, una taza de té verde en el desayuno y un par más a lo largo del día y una copa de buen vino (mejor tinto que blanco porque es menos calórico y tiene más calcio) en la comida.

Después de leer todos estos consejos, nos viene a la cabeza una idea: dieta mediterránea. Y, sin duda alguna, cambiar los hábitos alimenticios tendrá un efecto positivo en nuestra salud.