Pizzas con bases más ligeras y saludables, ¿sabes cómo puedes hacerlas?

Una pizza puede ser perfectamente un plano sano y equilibrado. Todo depende de cómo la prepares y de los ingredientes que elijas tanto para elaborar la base como para colocar en su superficie. El problema de las pizzas que podemos encontrar en algunos establecimientos dedicados a la llamada fast food es su alto contenido en harinas refinadas y grasas saturas o transgénicas junto al escaso valor nutritivo de las porciones de alimentos que incluyen como “toppings”.

Para disfrutar de una pizza rica y sana, a la que no hay por qué renunciar, se deben tener en cuenta sus tres partidas principales: la base, los elementos de unión, generalmente la salsa de tomate y el queso y, por último los alimentos troceados que lleve por encima

Consejos para hacer una pizza sana empezando por su base

Si te encanta la pizza más tradicional, con su clásica base de harina, no hay problema en seguir degustándola, simplemente toma la precaución de utilizar harinas integrales. Tal como indica el Ministerio de Sanidad en sus recomedaciones de Estilos de vida saludable, siempre que sea posible, es preferible optar por cereales integrales (y sus derivados) ya que, además de aportar hidratos de carbono compuestos (de lenta absorción) mantienen una alta proporción de fibra beneficiosa para el organismo.

A la hora de hacer tu masa, vigila también el resto de ingredientes necesarios para su elaboración. Para la mezcla, utiliza siempre aceite de oliva virgen extra y controla que la sal que añades no sea excesiva. Si quieres una masa más jugosa y que “suba” a la hora de meterla en el horno, una cucharada de levadura de cerveza te puede ir bien.

Si quieres rebajar las calorías de tu pizza, tienes otras originales opciones para hacer bases sin harina como por ejemplo prepararla a base de coliflor. Para hacerla, tritura la coliflor hasta dejarla en pequeños granos con ayuda de una picadora o un rallador. Mezcla esos granos en un huevo batido y añade las especias o frutos secos que quieras (granos de comino, almendras trituradas, hojas de albahaca…). La mezcla no debe quedar demasiado líquida. Extiéndela en un papel vegetal, apto para horno, dándole forma de pizza y hornea 10 – 15 minutos. Después tendrás una saludable base para rellenar como quieras.

Otra opción, aún más sencilla, en recurrir al calabacín o a la berenjena. Solo tienes que cortar estas saludables hortalizas en rodajas no muy gruesas y colocarlas, directamente en una bandeja de horno. Vierte por encima un huevo batido con filamentos de queso bajo en calorías y deja que tu particular base “cuaje" en el horno unos minutos.