Alimentación

Por qué no debes lavar nunca los huevos

Toni Esteve

Foto: Bigstock

Lunes 28 de diciembre de 2020

3 minutos

Su manipulación incorrecta puede favorecer la contaminación microbiana

Por qué no debes lavar nunca los huevos (Foto Bigstock)
Toni Esteve

Foto: Bigstock

Lunes 28 de diciembre de 2020

3 minutos

Como consumidores, nos hemos acostumbrado a que los productos que tenemos disponibles en supermercados (especialmente) y otras tiendas de alimentación, tengan un aspecto inmejorable. Por eso muchos productores ya desechan en origen algunos alimentos que, aunque están en perfectas condiciones para el consumo humano, no tienes el aspecto que hemos aceptado como “deseable”.

 

En el caso de los huevos, antes de comprar nuestra docena o nuestro pack de supermercado, lo habitual es que miremos no solo si hay alguna roto, sino también el aspecto que tienen. Y esto a pesar de que el mejor indicativo para saber si un huevo está malo es el mal olor (otra manera de saberlo es introduciendo el huevo en un cazo con agua del tiempo, si cae al fondo está fresco, si queda a medio camino, entre el fondo y la superficie, aún está bueno; si flota en la superficie, es mejor tirarlo).

Incluso una vez escogidos los huevos en el punto de venta, puede que cuando abramos el pack en casa nos demos cuenta de que alguno de los huevos está algo sucio. Si tienes la tentación de intentar limpiarlo, no lo hagas. Ni tan siquiera intentes frotarlos, ya que su cáscara es porosa y si los mojamos o frotamos podríamos propiciar que se introdujesen gérmenes dentro del huevo.

 

Por qué no debes lavar nunca los huevos (Foto Bigstock) 2

 

Así que, en el caso de que haya alguna bacteria en la superficie de la cáscara, lavarla (sobre todo con agua fría) lo que hará es introducirlas dentro del huevo.

Un alimento seguro

A pesar de lo comentado anteriormente, los huevos son un alimento con todas las garantías de seguridad. En la página web del Instituto de Estudios del Huevo explican que el huevo tiene una “estructura biológica que hace difícil su contaminación y la penetración de gérmenes desde el exterior”, y que, en todo caso, es una manipulación incorrecta de los huevos o de los alimentos que los contienen lo que puede favorecer la contaminación microbiana y las toxiinfecciones alimentarias. “Un huevo fresco, procedente de ponedoras controladas y manejado en condiciones higiénicas es garantía de seguridad alimentaria”, concluyen des de el Instituto.

En esta línea, si bien en el mercado encontramos los huevos a temperatura ambiente, en casa lo mejor es conservarlos en la nevera para mantener una temperatura constante. Además, una vez se hayan enfriado es recomendable no dejarlos fuera del frigorífico, precisamente porque su cáscara es muy porosa y la humedad podría penetrar en el interior, facilitando el crecimiento de las bacterias.

Sobre el autor:

Toni Esteve

Toni Esteve es redactor especializado en temas de economía y consumo.

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