Mariola Báez
Alimentación
¿Por qué algunas verduras y hortalizas pueden sentar mal a las personas mayores?
Son esenciales en la dieta, pero por distintos motivos pueden provocar molestias gastrointestinales
Son ricas en vitaminas y minerales, tienen un alto contenido en agua y una baja densidad calórica. Estas son solo algunas de las características que destaca la Fundación Española del Corazón (@cuidarcorazon) de las verduras y las hortalizas, razones evidentes por las que es un grupo de alimentos saludable e indispensable en una dieta equilibrada. Conocemos sus beneficios, pero es cierto que, a veces, algunas de ellas “caen” realmente mal. ¿Por qué?
Motivos por los que la verdura puede sentarte fatal
Las molestias más habituales suelen surgir cuando los vegetales se toman en crudo como ocurre, por ejemplo, con la lechuga, el pepino, o los rábanos, aunque nuestro organismo puede rechazar cualquier alimento por causas diversas.
Si las verduras y las hortalizas no te sientan bien, debes averiguar si esto ocurre con todas o con alguna en concreto porque, en primer lugar, hay que descartar cualquier alergia o intolerancia alimentaria que pueda ser el motivo de esa mala digestión y los problemas asociados.
También es importante confirmar que no existe patología alguna que pueda requerir una dieta específica, con restricción en el consumo de este tipo de alimentos en concreto. La Fundación Española del Aparato Digestivo (@saludigestivo) explica que ante determinadas enfermedades, como el meteorismo (tendencia a sufrir molestos y dolorosos gases) o el reflujo gastroesofágico (ERGE), hay que tomar precauciones dietéticas para obtener los buenos nutrientes que proporcionan las verduras y las hortalizas, evitando sus posibles inconvenientes.
Por ejemplo, ante problemas de acidez, se recomienda limitar la ingesta de tomate y si este se consume, mejor hacerlo siempre retirando previamente la piel. La lechuga es otro de los vegetales que puede sentar mal, por su alto contenido en fibra insoluble que dificulta su digestión. En el caso de detectar que es este el alimento que provoca las molestias estomacales, es preferible sustituirlo por otros vegetales de hoja, como los berros o los canónigos.
Si aunque no tengas alergia o una patología digestiva las verduras y hortalizas no terminan de sentarte del todo bien, algunos consejos que pueden ayudar a resolver el problema son:
- Cuando tomes hortalizas crudas, pélalas siempre, aunque su piel sea comestible, como las zanahorias, los rabanitos, los pepinos y la remolacha. Elimina cualquier pequeña porción de cáscara.
- A la hora de cocinarlas, cuécelas bien, dándole unos minutos extra al fuego para que sus fibras se rompan y su digestión resulte más sencilla. Además, prueba a tomarlas aderezadas con alguna especia (orégano, tomillo, eneldo…) porque estas favorecen el proceso digestivo.
- Preferiblemente, renuncia a los salteados y si los haces, que sea con la mínima cantidad de aceite posible.
- Por último, un consejo aplicable a cualquier otro alimento: a la hora de comerlas, mastica tus verduras despacio y “a fondo”, así se lo pondrás más fácil a tu estómago.