Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorMasticar los alimentos con calma no solo nos permite disfrutar de la comida, también tiene muchos beneficios para nuestra salud. Siempre vale la pena sentarnos a la mesa con calma, dejar las prisas a un lado a la hora de comer y disfrutar de las ventajas de comer despacio, que son muchas.
El primero de esos beneficios de comer despacio es tomar la ración adecuada. Porque dejamos de comer cuando nos sentimos saciados y la orden de dejar comer la da nuestro cerebro, que avisa al estómago de que tenemos hambre y de lo contrario, lo que ya estamos satisfechos y tenemos que dejar de comer. La señal de que ya hemos comido suficiente tarda en producirse unos veinte minutos. Si comemos muy rápido, cuando esa señal llega, habremos ingerido más comida de la que necesitamos, dejando una sensación de pesadez en nuestro estómago y aportando más calorías de las necesitamos. Por tanto, comer despacio hace que tomemos la cantidad de comida adecuada.
Esto conlleva a mantener nuestro peso a raya, puesto que si comemos más de lo que nuestro cuerpo necesita y no lo quemamos, se puede acumular y provocarnos sobrepeso.
Comer más despacio implica masticar bien los alimentos que ingerimos. De esta forma, las glándulas salivares hacen su trabajo haciendo más digerible la comida y facilitando el trabajo al estómago, que debe procesar todo lo que tomamos. El hecho de que un alimento no se haya masticado correctamente impide que parte de sus nutrientes sean absorbidos en el proceso de la digestión, perdiendo parte de sus beneficios. Además, comer deprisa hace que traguemos demasiado aire al comer, dando lugar a los gases.
Un beneficio colateral es que al masticar despacio y de forma correcta, ayudamos a mantener nuestra dentadura en forma, tanto en el mantenimiento de las encías como de la musculatura de la mandíbula. Además, al salivar mejor prevenimos la aparición de caries y evitamos que se acumule placa en nuestros dientes.
Otro de los beneficios de comer despacio es que regula el nivel de glucosa en nuestro organismo. El hecho de que el metabolismo de la glucosa se altere favorece la obesidad y la aparición de la diabetes tipo 2.
Masticar de forma adecuada hace que las bacterias que en ocasiones están presentes en los alimentos no lleguen al intestino. Si lo que ingerimos llega en trozos más grandes al estómago o al intestino, puede que no se sinteticen correctamente, que se degraden y que aparezcan las bacterias.
Con todo estos beneficios que nos aporta el hecho de comer despacio, vale la pena tomarse su tiempo para disfrutar de cada comida.