Lidia Lozano
Alimentación
Por qué se pierde el apetito en verano
Las altas temperaturas influyen
Cuando se acerca la época estival, el calor provoca cambios en el comportamiento y en el cuerpo. Aunque es una de las estaciones más esperadas del año por su estrecha relación a las vacaciones y el tiempo libre, hay uno de los llamados placeres de la vida que, en ocasiones, no apetece tanto: comer -sobre todo a niños y personas de edad avanzada-.
La temperatura ambiental afecta al apetito; con el calor, el cuerpo no necesita tanta energía para regular su temperatura. Ocurre al contrario en otoño o primavera, cuando buscamos alimentos que ayuden a que se produzca la termogénesis, aumentando la sensación de hambre. Así lo explica Lina Robles, nutricionista y jefa del Servicio de Nutrición y Dietética del Hospital Universitario La Zarzuela, en el medio Muy Saludable.
Comer fuera de casa
El verano invita a romper con la rutina y, entre otras cosas, hacer más comidas fuera de casa. Aunque lo más habitual es consumir alimentos altos en calorías, como fritos, procesados o alcohol, no es la norma para todos. Basar la dieta en este tipo de productos durante las vacaciones provoca que la digestión se ralentice, más aún si las comidas son copiosas, lo que puede causar malestar y afectar al apetito.
Hay quien utiliza esta baza para sumarse a las dietas milagro, pero no funciona así, "la falta de apetito no siempre va ligada a una reducción de peso si la alimentación no se basa en comidas sanas y nutritivas", destaca Robles. Pero tampoco es cuestión de comer por comer.
Apostar por comidas líquidas y refrescantes, así como la fruta, puede ser una buena opción para estos meses de calor, ya que suponen una fuente de hidratación fundamental para combatir las altas temperaturas. La fruta entera es muy saciante por su contenido en fibra y, además, es muy versátil: se puede añadir a una ensalada, hacer batidos, cremas frías, macedonias... Y convertirse en la mejor manera de introducir nutrientes en nuestro cuerpo falto de apetito.
Para llevar una alimentación sana o evitar subidas y bajadas de peso es fundamental la organización. Estar de vacaciones no es excusa para olvidarse de comer bien. "La clave de una alimentación sana es que se mantenga en el tiempo", recuerda la experta.