Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorEl cilantro, conocido también como coriandro, culantro o perejil chino, es de aquellas plantas que gustan o disgustan a partes iguales, aunque cada vez va adquiriendo más adeptos, en parte por su versatilidad en la cocina y en el mundo de la cosmética y, por supuesto, gracias a sus beneficios para la salud, que no son pocos.
Es una planta aromática muy parecida al perejil, por su aspecto, de la que se aprovecha todo; aunque lo más habitual es utilizar sus semillas, en grano o en polvo, y sus hojas picadas, con las que preparar todo tipo de platos y aderezos, así como para decorarlos.
Su origen no es del todo conocido, pero se la sitúa hace más de 5.000 años en el Mediterráneo oriental, norte de África y Oriente Medio, donde actualmente su uso sigue siendo muy común. Por lo que respecta a Europa y si no tenemos en cuenta las Islas Canarias, de las que el cilantro es parte intrínseca de su gastronomía, España es de los últimos países en incorporar esta hierba aromática a las recetas, pues ha estado siempre eclipsada por el perejil.
Las posibilidades son amplias y cada vez es más fácil encontrarlo en el mercado. Con el cilantro se pueden preparar guisos, sopas, salsas, ensaladas, adobos, purés, cremas, carnes, pescados, guarniciones... Tiene un sabor cítrico, fresco y penetrante que variará, en función de la parte de la planta que usemos. Aporta un fuerte sabor en boca con notas de limón y jengibre, con un punto amargo.
Las hojas frescas se emplean para preparar recetas tan típicas como el mojo verde de la Islas Canarias mezclado con aceite de oliva y ajo; también para elaborar chutney, donde se combina con verduras, vinagre y otras especias que darán ese sabor agridulce; el guacamole, típico de México, pero que ha acabado formando parte de la gastronomía de diversas culturas; o platos como el ceviche o un arroz con pollo. Combinado con el comino y el vinagre se puede utilizar para adobos de carne y pescado.
Por su parte las semillas y hojas secas se utilizan por su sabor dulce y aroma cítrico, muy parecido al de la piel de naranja. Se preparan machadas o molidas como condimento. En concreto, las semillas son el sello de identidad del curry, aunque también se utilizan para preparar pan de centeno, en preparaciones de carne adobada o embutidos, como las típicas salchichas alemanas; e, incluso, en la elaboración de algunas cervezas para dar diferentes matices de amargor, que con el lúpulo y las levaduras combina perfectamente.
Además de sus grandes posibilidades en la cocina, también posee unas propiedades muy interesantes para la salud.
A nivel químico, el cilantro tiene pocas calorías y nada de grasa, una buena cantidad de minerales como el potasio, el sodio, el hierro, el fósforo, el magnesio; y vitaminas A, B1, B2, C y K; betacarotenos, fibra, hidratos de carbono y proteínas.
Entre sus beneficios para la salud podemos destacar:
A la hora de conservarlo es importante guardarlo en un recipiente hermético y apartado de la luz si es en polvo u hojas secas; o en unas condiciones de humedad y temperatura adecuada si son hojas frescas y consumirlo en pocos días.