Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorSeguro que has oído hablar de la sal rosa del Himalaya, un tipo de sal que en los últimos años ha ido ganando popularidad, tanto por su color, como por las propiedades y beneficios que se le atribuyen. Pero ¿qué hay de cierto en todo ello? ¿Es realmente beneficiosa para la salud o es un producto más que está de moda fruto de una buena campaña de mercadotecnia?
Su uso en la cocina viene impulsado por críticos de gastronomía, gurús de la alimentación y reconocidos cocineros que defienden sus propiedades a la vez que dan a los platos un toque de distinción. Pero qué se esconde detrás de este condimento, tan valorado por unos y tan despreciado por otros.
Como su nombre indica este tipo de sal proviene de una zona muy cercana al Himalaya, de las simas del valle del Punjab y de la Cordillera de la Sal. Se extrae de una de las minas de sal más puras del mundo, la mina de Khewra. Se recoge de los estratos sedimentarios procedentes de un océano de hace más de 200 millones de años. Es una sal sin refinar, por este motivo es de grano grueso y de un característico color rosado.
La composición de esta sal es de un 98% de cloruro de sodio, al igual que la sal de mesa común de la que se diferencia por ese 2% restante que en la sal común está compuesto por yodo y en la sal rosa por una gran variedad de minerales, como son el calcio, el potasio, el magnesio, el azufre, el flúor o el hierro, que dan sabor y un mayor valor nutricional.
En parte gracias ese 2% de minerales en su composición,los beneficios que se le atribuyen describen aplicaciones tanto terapéuticas como cosméticas.
En definitiva, una serie de propiedades y beneficios para los sistemas vitales de organismo por ser fuente de electrolitos. No obstante, todas estas afirmaciones no se basan en una evidencia científica y la realidad es que su composición no difiere tanto de la sal común, u otros tipos de sal, como para convertirla en milagrosa.
Su incorporación a la cocina resulta interesante por ser un condimento que da un toque de color, diferente y original, que hace que los platos sean más vistosos. Aporta cierto sabor amargo que combina a la perfección en ensaladas, pescados o un buen chuletón a la brasa. Se puede utilizar como alternativa a la flor de sal o sal Maldon, pero será necesario un molinillo, pues en el mercado se suele vender en grano y su precio, como suele pasar en aquellos productos sujetos a modas, es mayor al de la sal común.
Finalmente, hay que tener en cuenta que no deja de ser sal y por lo tanto es rica en sodio, por lo que consumirla en exceso, al igual que cualquier otra sal, puede provocar a largo plazo problemas en la salud por lo que, como recomienda la OMS, no hay que ingerir más de 2 gramos de sodio al día, especialmente si se padece de hipertensión o se tienen problemas relacionados con los riñones.