Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorEl verano es tiempo de ensaladas, pero a veces las tomamos con el mismo aliño. Para que no nos resulten aburridas, proponemos algunas salsas con las que acompañar una ensalada. Aunque los tres principales ingredientes de un buen aliño son el aceite, la sal y el vinagre, la combinación de distintos ingredientes puede cambiar totalmente el sabor de una ensalada. Podemos emplear una salsa césar, una vinagreta, una salsa de yogur o de queso. Mira estas propuestas para que nunca te aburras comiendo ensalada.
La salsa de yogur es una de las más populares y de las más versátiles. Además, se puede hacer más o menos fuerte según nuestra preferencia. Para cuatro personas, necesitaremos dos yogures griegos y los mezclamos con el zumo de medio limón, un par de cucharadas de aceite de oliva, un ajo picado, sal y pimienta. Para mezclarlo, no hace falta una batidora, es suficiente una con una cuchara.
Para elaborar una vinagreta para una ensalada, tenemos mil formas y maneras de hacerlo. La receta básica de una vinagreta es tan simple como mezclar una cucharada de aceite oliva con una de vinagre, una pizca de sal y un toque de especias o hierbas aromáticas. Y lo bates todo junto hasta que los ingredientes queden bien ligados. A partir de aquí, decenas de opciones. Por ejemplo, si a dos cucharadas de aceite y dos de vinagre le añades dos más de mostaza antigua y lo ligas bien, tienes una vinagreta de mostaza. Si en vez de mostaza le añadimos cuatro hojas de albahaca picada, tendremos una vinagreta de albahaca. Las combinaciones pueden ser infinitas.
Para elaborar una salsa ligera de queso azul, vamos a coger dos cucharadas de queso de untar, 50 gramos de queso azul, un yogur griego, dos cucharadas de aceite de oliva y un chorrito de leche. Lo vamos a mezclar en la batidora y para que nos resulte más sencillo, mejor si tenemos los ingredientes a temperatura ambiente. El resultado es una salsa ligera, que podemos hacer más líquida o más espesa, a nuestro gusto, añadiendo o quitando un poco de leche. ¡No puede ser más fácil!
Esta salsa, que suele acompañar una ensalada con pollo y picatostes, la podemos encontrar en el lineal del supermercado y también hacer de forma casera. Para ello, necesitamos picar 50 gramos de anchoas, un diente de ajo y mézclalos bien hasta conseguir una pasta. Luego, se baten tres yemas de huevo, una cucharadita de mostaza de Dijon, un par de aceite y un par de zumo de limón, hasta que queden bien ligados. En ese punto, añadimos la pasta de anchoas que hemos elaborado antes junto con un par de cucharadas de queso parmesano rallado y mezclamos bien. ¡Y a disfrutar!