Cómo hacer el puré de patatas perfecto, en versión clásica o con un toque innovador

Preparar un puré de patatas casero, al que des la textura justa que prefiere tu paladar y al que puedas añadir algún ingrediente o especia extra para darle un sorprendente sabor, es realmente sencillo.

En la dieta de las personas mayores, las patatas resultan un alimento de fácil digestión y son una excelente fuente de carbohidratos, aportando unos 15 gramos por cada 100, según indica la Base de Datos Española de Composición de Alimentos (BEDCA). Son ricas en potasio y además contienen calcio, magnesio y vitamina C. En puré, al cocinarse hervidas, la presencia de grasas es prácticamente nula.

Cómo preparar un delicioso puré de patatas: las claves

Como plato o como guarnición ideal en multitud de recetas, el puré gusta a casi todo el mundo, niños incluidos, y para hacerlo solo necesitas patatas, una cucharada de mantequilla (si quieres que te quede más cremoso) y una pizca de sal.

Elige un tipo de tubérculo con alto contenido en fécula (generalmente las indicadas para cocer) y procura que las que vayas a utilizar sean de un tamaño similar. Ponlas a hervir, sin pelar, en una olla, y solo con la cantidad de agua justa para cubrirlas. El tiempo al fuego oscila entre los 20 – 25 minutos.

Unas vez cocidas, retira la piel y procede a triturarlas, bien con tenedor o con un clásico pasapuré. Con las patatas aún calientes, incorpora la mantequilla y un poco de sal (optativo) para que se mezclen fácilmente. Si quieres un puré aún más cremoso, incluye ligeramente líquido (buena idea como base para algunos platos) solo tienes que añadir leche templada hasta que logres la textura que buscas. 

Algunas ideas para sacarle partido

El puré de patatas no solo está rico como acompañamiento de platos de carnes o pescados. Puedes probar a darle un sabor ligeramente distinto, sustituyendo la mantequilla por unas cucharadas de aceite de oliva aromatizada con ajo y perejil. También si añades un toque de curry y cebollino picado, obtendrás un puré de sabores de lo más "exóticos" y con una cantidad mínima de trufa rallada obtendrás simplemente una delicia. Otra opción es incorporar pimienta negra recién molida y espolvorear un pequeña porción de pimentón dulce... tendrás una sorprendente y novedosa guarnición.

Si quieres sacarle aún más partido, tienes multitud de posibles opciones, desde hacer el puré con una textura consistente y utilizarlo para hacer un “rulo”, que podrás rellenar de lo que te apetezca (por ejemplo de bonito con tomate y pimientos, o de carne picada con champiñones), hasta incorporarlo a recetas como los clásicos calabacines rellenos, las croquetas (en lugar de bechamel)… con un poco de imaginación, esta sencilla receta te permitirá sacar adelante platos que no creías que supieses hacer.