Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorEl ayuno consiste en la restricción voluntaria de la ingesta de alimentos sólidos durante un período determinado de tiempo, que puede variar entre unas pocas horas y varios días seguidos. De hecho, se trata del método más antiguo para curar enfermedades porque se consideraba una purificación.
El objeto de esta terapia es eliminar la sobrecarga del organismo que por el desequilibrio en la alimentación Y no siempre tiene como objetivo adelgazar; es más bien una desintoxicación del cuerpo, una limpieza.
Muchas personas desconocen que ayunar, siempre de una forma controlada y bajo supervisión médica, puede ser beneficioso para la salud. Cada vez hay más estudios y experiencias clínicas que corroboran los aspectos positivos que tiene no tomar alimentos sólidos con fines terapéuticos. En definitiva, el ayuno terapéutico una desintoxicación intensiva y controlada que puede tener beneficios inmediatos en nuestra salud física, y también en la emocional.
No existe un único formato de ayuno terapéutico. Algunos consisten en pasar un par de días sin apenas ingerir calorías (unas 300 kcal máximo al día) y suprimir los alimentos sólidos, y otros, en pasar una parte del día sin ingerir absolutamente nada. Tan solo se puede beber agua o zumos, caldos e infusiones en pequeñas cantidades, de forma que no se superen las calorías máximas diarias.
Cuando no comemos, nuestro cuerpo se ve obligado a usar las reservas disponibles que tiene en su almacén particular, los lípidos. Al obligar a nuestro cuerpo a usar sus reservas, le estaremos haciendo soltar aquello que no es bueno para salud conservar (tóxicos), y que después podremos sustituir de manera más saludable.
Una persona sana y bien nutrida puede aguantar periodos de ayuno de hasta 24 horas sin problema, ya que el organismo usa sus reservas como fuente alternativa de energía y así seguir funcionando con normalidad. La cuestión es cuando ese ayuno es más prolongado. En ese caso, la supervisión médica es necesaria.
Otra opción es el ayuno intermitente, donde se alternan ciclos de ingesta con otros de ayuno, ambos de duración variable, pero relativamente cortos. Lo que hace este tipo de ayuno es romper el ritmo al que se está habituado para dar tiempo al organismo a movilizar las grasas acumuladas. Y el hecho de ser intermitente facilita su seguimiento.
Y hay países, como Estados Unidos, Alemania o Francia donde hay clínicas de reposo donde se aplican estos ayunos, siempre bajo supervisión médica.
Como todas las terapias, cuenta con contraindicaciones y no todo el mundo puede realizar un ayuno. Lo primero, como estamos comentando, es muy importante contar con la supervisión de un médico para llevar un ayuno que se dilata en el tiempo.
Además, las personas con ciertos problemas de salud, como insuficiencias hepáticas o renales, trastornos alimenticios, etc., no deben hacer ayuno terapéutico.