Gracias a estos alimentos los mayores con esclerosis múltiple pueden ver aliviados algunos síntomas

La mielina o materia blanca que se encuentra en el cerebro y en la médula espinal es la principal perjudicada cuando un paciente padece esclerosis múltiple. Una patología crónica y autoinmune que hace que las células nerviosas de nuestro organismo no funcionen como deberían. Es decir, lo que hasta ahora nos permitía hacer movimientos suaves, rápidos, coordinados y sin que seamos conscientes de ello ahora cambia drásticamente debido a ese fallo del organismo. 

En resumen, una persona aquejada de esta enfermedad empieza a padecer problemas de coordinación, debilidad muscular, nota alteraciones de la vista, presenta dificultades para pensar y memorizar (incluso conceptos sencillos) y siente cómo por su cuerpo aparece una sensación de hormigueo o entumecimiento. Por no hablar de una fatiga que le acompaña como otro de los síntomas más característicos de la esclerosis múltiple. 

Y aunque no tiene cura, junto al tratamiento y las pautas terapéuticas que se establecen con cada paciente para que ese avance de la enfermedad no sea tan progresivo, la alimentación puede ayudar a la hora de aliviar algunos de los síntomas antes descritos. A continuación, te desvelaremos los alimentos más aconsejables para estos pacientes y aquellos que no resultan del todo recomendables. 

Una buena alimentación que actúa como prevención

No existe una dieta ideal en el caso de pacientes que sufran esclerosis múltiple, pero sí que es cierto que se pueden seguir algunas pautas a la hora de sentarse a la mesa para que ese menú facilite que esos síntomas de la enfermedad sean más llevaderos. Así, en esa pirámide alimenticia es bueno que se incluyan alimentos ricos en fibra y que no contengan apenas grasas por lo que siempre deberemos añadir en nuestra cesta de la compra todo aquello que sean frutos secos, legumbres, semillas, frutas y verduras.

Estas últimas resultan, además, esenciales a la hora de aportar nutrientes con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que ayudan a las personas que padecen esta patología como se desprende de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins (@HopkinsMedicine) en Baltimore, Estados Unidos.

En nuestro plato tampoco pueden faltar los ácidos grados omega 3 ya que resultan eficaces a la hora de que esa sintomatología, en forma de dolorosos brotes, sea más espaciada en el tiempo y se produzca con menor intensidad. Y eso lo logramos si tomamos pescados como las truchas, las sardinas, el salmón o la caballa, por ejemplo.

Estos mismos productos procedentes del mar, que mínimo deben consumirse un par de veces a la semana, tienen otra capacidad saludable y es su aporte en vitamina D que nos ayuda en estos casos y que también podemos encontrar si consumimos queso o yemas de huevo. 

Y por supuesto, una comida sana y equilibrada que se precie debe acompañarse de unos buenos vasos de agua; nada de refrescos azucarados. Y es que estar hidratado es muy saludable, pero más cuando es una persona mayor que padece esclerosis múltiple ya que el agua hará que no aparezcan ni la fatiga ni el estreñimiento a causa de la deshidratación. Un buen hábito que se debe incrementar cuando se hace algo de deporte o estamos en días con altas temperaturas que pueden provocar un sobrecalentamiento de esas personas con esclerosis múltiple.

Al contrario de todo lo expuesto anteriormente, profesionales alrededor de la esclerosis múltiple como la Asociación Española de Esclerosis Múltiple (@aedemesclerosis) aconsejan no abusar de estos otros alimentos como la leche, sobre todo si es entera, grasas saturadas que están relacionadas con un mayor sobrepeso y un empeoramiento de esos síntomas de la enfermedad y sal y azúcar por razones evidentes. Por su puesto, tampoco es saludable que buena parte de su alimentación se base en carne roja y procesada. 

Pero si no se puede hacer un consumo excesivo de la leche, sí que se puede apostar por otro lácteo que resulta más recomendable; el yogur, ya que favorece el correcto funcionamiento de la flora intestinal de estos pacientes, que puede verse alterada por la medicación que se sigue en un tratamiento de estas características.

Pero eso no es todo lo que se puede hacer

Pero esta buena asociación que se establece con la comida de poco serviría si no la acompañamos, además, de otra serie de pasos saludables encaminados a que una enfermedad como la esclerosis múltiple no avance con tanta rapidez. De esta manera, los expertos antes mencionados son igual de claros a la hora de aconsejar buenos alimentos como que se haga algo de ejercicio de forma regular, se controle el peso para que este sea adecuado y, especialmente, se deje para siempre el cigarrillo. 

"Las personas aquejadas de esclerosis múltiple y que siguen un estilo de vida saludable tienen una probabilidad un 50% menor de padecer depresión, un 30% inferior de sufrir una fatiga aguda derivada de esa enfermedad y más de un 40% menor de padecer dolor", sentencian.