Cómo cocer el cuscús y que no se apelmace

El cuscús (o couscous) supone la base de muchas recetas que proceden del norte de África. De hecho, es el plato nacional de tres países del Magreb: Argelia, Marruecos y Túnez. Consiste en sémola de trigo duro que se muele hasta obtener una harina que se amasa con agua hasta obtener un producto granulado que se deja secar. El resultado son unos granos de pequeño tamaño, similares a la pasta, y que se consume principalmente como acompañamiento a otra preparación.

En función del tamaño del grano, tendremos cuscús fino, mediano y grueso, siendo el mediano el más habitual. En muchos supermercados ya puedes encontrar cuscús en el lineal de las pastas alimenticias.

¿Cómo se prepara?

Lo cierto es que es un alimento muy fácil de preparar: hay que hidratarlo con agua o caldo. Esto dependerá del tipo de acabado que le vayamos a dar. Por ejemplo, si va a formar parte de una ensalada, pues lo coceremos con agua. Pero si va a ser el acompañamiento de un guiso, podemos hacerlo con caldo de carne.

Por norma general, vamos a necesitar la misma cantidad de pasta que de agua (o caldo). Para cuatro personas, podemos preparar 300 gramos de cuscús, por lo que necesitaremos 300 gramos de agua.

Una vez que tenemos los ingredientes pesados, ponemos una cazuela al fuego con el agua y añadimos un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Cuando el agua comience a hervir, incorporamos media cucharadita de sal, retiramos la cazuela del fuego e incorporamos el cuscús. Es importante distribuir bien la pasta por la cazuela con una cuchara de madera para que no quede toda amontonada en un lado.

Una vez que hemos añadido la pasta, tapamos la cazuela y dejamos que el cuscús se hidrate durante cinco minutos. Pasado ese tiempo, retiramos la tapa y removemos bien el cuscús para que los granos queden sueltos.

Otra opción es sustituir el aceite de oliva por una nuez de mantequilla, que podemos añadir al agua antes de que comience a hervir o podemos añadirlo pasados los cinco minutos de reposo, removiendo para que se deshaga bien. Este es el momento de añadir especias, si es así cómo queremos tomarlo.

El tiempo de reposo es orientativo teniendo en cuenta que el grosor del grano puede variar. Comprobar el tiempo indicado en el envase del cuscús que vayamos a utilizar.

Y ya lo tenemos listo para comer. Lo podemos hacer en caliente, acompañando un guiso, o frío, formando parte de una ensalada, por ejemplo. Si