Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorEl kéfir es un producto lácteo líquido conocido también con el nombre de yogur búlgaro, yogur de pajaritos, leche kefirada o yoca. Se trata de una bebida fermentada muy aromática que se obtiene por una doble fermentación de bacterias y levaduras.
Su origen lo encontramos en el caucásico y, si bien es un alimento muy antiguo, es desde hace unos años cuando ha cogido un importante protagonismo por sus propiedades, muy beneficiosas para la buena salud intestinal al ser un alimento probiótico.
Al tratarse de un alimento probiótico, sus microorganismos mejoran la flora intestinal, aumentan la inmunidad del sistema intestinal y digestivo, y facilitan el tránsito intestinal, evitando períodos de estreñimiento.
Se trata de un alimento bajo en calorías, tan solo 37 por cada 100 gramos, por lo que los nutricionistas acostumbran a recomendarlo en las dietas de adelgazamientos, para tomarlo en el desayuno o a media tarde, ya sea solo o acompañado de fruta, un poco de miel o algún edulcorante para rebajar su sabor algo ácido.
Destaca también por ser un alimento que ayuda a depurar el organismo, es rico en proteínas y una buena fuente de calcio, por lo que es ideal para aquellas personas con problemas de osteoporosis.
Si bien podemos encontrar kéfir en supermercados o tiendas de productos naturales, también podemos prepararlo en casa, siguiendo un proceso de elaboración similar al del yogur natural. Solo necesitaremos 100 gramos de granos de kéfir y un litro de leche de vaca.
Para elaborarlo colocaremos los granos de kéfir (que algún amigo o conocido nos puede facilitar) en un recipiente de cristal junto con la leche (entera, semi o desnatada) y dejaremos a temperatura ambiente durante 24 horas. Pasado este tiempo colaremos para recuperar los granos de kéfir y, si queremos producir más cantidad de bebida kefirada, agregaremos más leche para repetir el proceso.
El kéfir líquido fermentado y colado se puede tomar al momento o guardarlo en la nevera unos días.
Esta bebida también puede producirse con agua, lo cual es de interés para aquellas personas que siguen una dieta vegana. En este caso para que se produzca la fermentación será necesario añadir 60 gramos de azúcar, blanco o moreno. Sus propiedades serán las mismas que las del kéfir elaborado con leche, contendrá las mismas bacterias y levaduras, tan solo cambiarán las enzimas.