Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorUna de las normas para llevar una alimentación saludable y no engordar es no picar entre horas. Pero ¿qué podemos hacer cuando nos ataca en hambre y todavía queda un buen rato para la comida o la cena? Te contamos algunos consejos que te pueden ayudar en esos momentos. Porque no hace falta renunciar a comer algo cuando tenemos hambre.
Lo primero, recuerda que picar no implica comer patatas fritas, galletas, bollería industrial o alimentos ultraprocesados. Hay alimentos más saludables que pueden formar parte de un snack entre horas: fruta, verdura, un yogur desnatado, embutido bajo en grasa, encurtidos, frutos secos, etc. son alimentos que serán nuestros mejores aliados si no queremos renunciar a un aperitivo si estamos a dieta.
No se trata de picar durante todo el día; un par de veces es lo razonable, a media mañana y a media tarde, por ejemplo. Y cuidado con la ración que has decidido tomar porque hay alimentos muy sanos como los frutos secos que también son muy calóricos. Y mejor si te vas de la cocina para disfrutar de tu picoteo, así evitas la tentación de ir a por más.
A veces optamos por acompañar ese picoteo con un refresco. Cuidado, porque estamos aportando demasiado azúcar a nuestro organismo. La mejor opción es el agua, la única bebida que nos asegura la ingesta calórica cero. Otra opción es una infusión sin azúcar ni edulcorantes, por ejemplo.
Si vas a estar fuera de casa, mejor que te lleves de casa un snack saludable porque las alternativas para mitigar el hambre entre horas fuera de casa no suelen ser muy saludables. Hay muchas opciones saludables para un momento de urgencia fuera de casa: fruta cortada, yogur o zumos naturales en envases pequeños, bebidas vegetales en formato individual, etc.
Puede parecer contradictorio, pero no lo es. Siempre que no tomemos calorías de más, nos puede ayudar a perder peso. Porque un snack a media mañana o media tarde nos sacia y evita que lleguemos a la comida o la cena con más hambre y devoremos.
Este consejo lo debemos aplicar a todas nuestras comidas. Comer despacio, masticando despacio y saboreando los alimentos nos hace tener más sensación de saciedad y ayuda a nuestra digestión.