Mariola Báez
Alimentación
Descubre lo que las semillas pueden hacer por la salud de los mayores
Son ‘píldoras’ que concentran, en el mínimo espacio, una gran cantidad de nutrientes esenciales
La mayoría de ellas se conocen desde la antigüedad y actualmente siguen muy presentes en la gastronomía de distintos países, especialmente en aquellas que proceden del continente asiático. Poco a poco vamos descubriendo sus buenas propiedades y cada vez es más frecuente verlas incorporadas a distintos platos o productos tan básicos como el pan, al que aportan un extra de sabor y de nutrientes.
Las propiedades de las semillas a nuestro alcance
Hay muchas más de las que conocemos y cada una tiene características propias. Texturas distintas, sabores intensos que van del dulce al amargo o incluso al ácido, pero, en general, este grupo de alimentos comparte algunos rasgos comunes.
Por ejemplo, las semillas son una pequeña pero extraordinaria fuente de fibra, algo importante a la hora de favorecer el correcto tránsito intestinal y evitar el estreñimiento ocasional. Como señala la Sociedad Española de Endocrinología un Nutrición (@SociedadSEEN) son, junto al salvado, la capa externa que recubre los granos de cereal, uno de los alimentos que más fibra dietética pueden aportarnos.
Cada una de ellas posee sus propias dosis de minerales y vitaminas que las convierte en pequeños y únicos tesoros. Calcio, hierro, zinc, magnesio, etc, pero la mayoría guarda en su interior, además, buenas cantidades de ácidos grasos saludables, como el Omega 3 o el oleico. Su contenido en grasas insaturadas y poliinsaturadas (las mejores) contribuye a mantener a raya los niveles de colesterol.
Aunque al hablar de proteína nos vengan a la cabeza otros alimentos, especialmente las carnes, algunas semillas son ricas en este macronutriente esencial para cuidar la masa muscular que tiende a disminuir a medida que la edad avanza. La proteína de origen vegetal, no suele contener todos los aminoácidos esenciales, es decir, es de bajo valor biológico, pero tomada en combinación con otros alimentos, como por ejemplo las legumbres, puede aportar la proteína más completa.
Las semillas, sobre todo las que tienen un mayor contenido en vitamina C y E, son poderosos antioxidantes que frenan el deterioro celular que provocan los radicales libres, contribuyendo a cuidarnos por dentro y también por fuera, minimizando los efectos del paso del tiempo en nuestra piel.
¿Cuáles son las más aconsejables para los adultos mayores?
La lista es extensa y junto a las propiedades de cada una de las que puedes encontrar, hay que valorar también su sabor, que puede resultar más o menos agradable. Las semillas en general contribuyen a mejorar la salud, aunque hay que matizar que, dado su importante aporte calórico, han de tomarse siempre con moderación. Por su rica composición, ¿cuáles son las semillas más interesantes?
Sésamo
Nos resulta familiar por su presencia habitual en panes, especialmente en el de hamburguesas. Según datos de la Fundación Española de Nutrición (@FENnutricion), en su contenido predominan las grasas poliinsaturadas y también destaca la fibra, que está presente en un porcentaje del 8% La importante cantidad de potasio, electrolito básico a la hora mantener los niveles correctos de sodio, que pueden dispararse por añadir sal de más en las comidas, es otra de las propiedad que lo hacen idóneo para incluir en la dieta de los mayores. Destacan además el hierro, esencial para prevenir la anemia y el fósforo, buen aliado para cuidar las conexiones neuronales.
Pipas de girasol
Son saludables siempre que no las tomes recubiertas con una buena capa de sal. Su gran valor es su alto contenido en vitamina E y también la presencia de niacina o B3, importante en el metabolismo de los alimentos y su transformación en energía y también para cuidar nuestro sistema nervioso. Algunos estudios apuntan a que esta sustancia podría ayudar a elevar el colesterol HDL, el bueno.
Semillas de lino
Son la semilla de moda y algunos la consideran un súper alimento porque su elevadísimo contenido en Omega 3, solo comparable con el que poseen las semillas de chía, hace que sea un perfecto aliado de salud cardivascular. Contiene, además, lignanos, un tipo de fitoestrógeno que, una vez digerido es absorbido por la acción de la flora intestinal. Distintos estudios señalan a esta sustancia como un posible protector frente a determinados tipos de cáncer.
Fenogreco
Aunque es cada vez más conocida, esta semilla, tal vez por su ligero amargor, no es de las favoritas para muchos, aunque tal vez la hayas probado sin saberlo porque suele utilizarse, mezclada con distintas especias, para elaborar el curry. Pese a su sabor, tiene propiedades interesantes en lo que a la salud se refiere. El también llamado hu-lu-ba, es un complejo vitamínico natural, que concentra entre otras vitaminas: la A, la C, la D y algunas del grupo B.
Entre las propiedades que se le atribuyen destaca su capacidad para proteger la mucosa gástrica, aliviando problemas de acidez y reflujo. Algunas investigaciones actuales se centran en confirmar ese posible beneficio que podría derivarse de la presencia de una sustancia alcaloide denominada trigonelina, responsable de su característico sabor amargo y quizá también de sus buenas propiedades a la hora de proteger el estómago.