Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorLa relación entre la deficiencia de vitamina C y los efectos psicológicos adversos ha sido estudiada por los científicos desde hace años y existe evidencia que sugiere que la deficiencia de vitamina C está relacionada con efectos en nuestro estado de ánimo y cognitivo. Por ello, las personas que tienen deficiencia de vitamina C a menudo se sienten fatigadas o deprimidas.
En este sentido, diversas investigaciones que han demostrado que las personas que tienen niveles de vitamina C más bajos de lo normal ven como su estado de ánimo mejora después de tomar vitamina C. Pero incluso para las personas que no saben si tienen niveles bajos de vitamina C, tomar un suplemento de vitamina C puede ayudarlas a mejorar su estado de ánimo.
La vitamina C está involucrada en cientos de procesos en el cuerpo.La vitamina C también es necesaria para el crecimiento y la reparación de tejidos del cuerpo. Es una de las vitaminas que además de fortalecer el sistema inmune, activa la síntesis de colágeno, previene el daño celular y protege el cuerpo de los factores externos. A pesar de que todos pensamos en las naranjas cuando hablamos de vitamina C, el pimiento rojo, las coles de Brusela, el brócoli, o el kiwi son los ingredientes más ricos en vitamina C. También la encontrarás en el limón, el pomelo, el melón, la frambuesa, la fresa o el tomate.
En general, consumir al menos 5 porciones de frutas y verduras frescas puede satisfacer con creces la ingesta nutricional recomendada de vitamina C.
De forma que todos podemos empezar por comer más frutas y verduras ricas en este componente. Pero si te decides por tomar suplementos de vitamina C, trata de no exceder el límite superior de 2000 miligramos al día.
Además de la vitamina C, otro grupo de vitaminas beneficioso para nuestro estado anímico son las vitaminas B, que también son cofactores de nutrientes esenciales para el bienestar del cerebro y la función inmunológica. Las vitaminas B, al igual que pasa con la vitamina C, son solubles en agua, lo que significa que no se pueden almacenar en el cuerpo; por lo tanto, debemos obtenerlas a través de los alimentos que consumimos, o de suplementos, todos los días. Algunas de las mejores fuentes de vitamina B incluyen carne, aves, pescado, aguacates, frutas cítricas, legumbres, huevos y cereales integrales.