65ymás
Alimentación
¿A qué temperatura hay que servir el vino tinto?
65ymás
Foto: Bigstock
Domingo 28 de febrero de 2021
ACTUALIZADO : Viernes 12 de marzo de 2021 a las 12:22 H
4 minutos
La temperatura a la que consumimos el vino tiene efectos en sus propiedades y su sabor
La temperatura es uno de los condicionantes que más puede alterar el sabor del vino. En términos generales, la temperatura ideal a la que deberíamos servir cualquier vino oscila entre los 5ºC y los 18ºC, con variaciones según el tipo de caldo. Tal y como indica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU @consumidores), “si el vino se toma muy frío (entre los 2ºC y 4ºC), apenas se pueden percibir sus aromas y se acentúan los sabores ácidos’’. Por el contrario, si lo servimos caliente, “por encima de los 20º, se percibe mucho el sabor a alcohol y se acentúan los sabores dulces’’.
Para evitar cometer errores al servir esta bebida, te mostramos algunos consejos que te permitirán degustarla a la temperatura ideal:
Respetar la temperatura correcta de cada vino
No es necesario ser extremadamente rigurosos con la temperatura exacta a la que se sirve el vino, pero para tener una guía de referencia, te mostramos la tabla de temperaturas de consumo óptimo de los principales tipos de vino:
- De 5ºC a 8ºC : Vinos blancos jóvenes, espumosos (cava, champán…)
- De 8ºC a 10ºC : Vinos rosados y blancos dulces (moscatel, Pedro Ximénez)
- De 10ºC a 12ºC : Vinos blancos con crianza, amontillados, olorosos y oportos
- De 12ºC a 14ºC : Vinos tintos jóvenes poco tánicos
- De 14ºC a 16ºC : Vinos tintos con crianza
- De 17ºC a 18ºC : Vinos tintos reserva y gran reserva
No servir el vino a ‘’temperatura ambiente’’
Se trata de una práctica que tiene su origen en los castillos franceses, dónde la temperatura ambiente ya era de por sí fría, rondando los 16ºC. Sin embargo, la ‘’temperatura ambiente’’ de nuestros hogares quizá no baje de los 22ºC.
No colocar las botellas de vino en el congelador ni en la nevera
No debemos utilizar ningún electrodoméstico que someta el vino, ya sea tinto, blanco o rosado, a temperaturas bajas de manera brusca. Quizá funcione para esconder los defectos de un mal vino, pero también estropea las cualidades de uno bueno. Lo que deberíamos hacer para asegurarnos de que el vino no pierda sus propiedades es colocar la botella en un cubo de agua con hielo. Esto provocará que nuestro vino se enfríe lentamente y no pase por cambios bruscos de temperatura que alteren su sabor.
Dejar que el vino se aclimate
Por último, debemos permitir que el vino se tome su tiempo para adaptarse a los cambios de temperatura, luz y ambiente. Para ello, es necesario depositar la botella de vino de manera vertical en la habitación dónde se vaya a consumir.