Te contamos cómo hacer tu propio licor de café en casa

¿Habías pensado en hacer bebidas alcohólicas en tu propia casa? Pues es muy fácil y te contamos cómo preparar un rico licor de café para disfrutar de una sobremesa con un licor de elaboración casera. Toma nota.

Vamos a comenzar con los ingredientes que necesitamos, que no pueden ser más sencillos: orujo, o algún tipo de aguardiente, café y azúcar. A esta lista y para que el resultado final sea diferente y muy a nuestro gusto, lo podemos aromatizar. ¿Cómo hacemos esto? Podemos recurrir a los cítricos, a distintas especias (como canela, cardamomo…), con chocolate negro o la versión cremosa… Respecto a las cantidades de cada uno de estos ingredientes, para un litro de aguardiente blanco, 150 gramos de café molido y 500 gramos de azúcar. Podemos añadir la cáscara de un limón o de una naranja o una rama de canela.

Proceso de elaboración

Lo primero que hace falta para hacer licor de café en casa es hervir agua donde diluiremos el azúcar para preparar el almíbar. Una vez frío, lo añadimos al recipiente con el aguardiente y los ingredientes para aromatizarlo que queramos. Lo mezclamos todo bien y tapamos el recipiente. Ojo, es importante que cierre muy bien para que no se pierdan los sabores.

Ahora viene la parte más fácil, esperar al menos dos semanas. Durante este tiempo, tenemos que voltear el recipiente cada 24 horas para favorecer la mezcla de sabores. Pasado ese tiempo, haremos el paso final: colar la mezcla, mejor con una tela y al menos dos veces.

Para finalizar, lo embotellamos y dejamos reposar en un lugar donde no llegue a altas temperaturas. Para su consumo, desde el tercer mes puedes ir probando tu licor de café, aunque cuanto más tiempo le dejes reposando, más sabor.

Licor cremoso de café

Otra opción que podemos elaborar en casa es el licor de café cremoso, una versión casera del popular Baileys. Para ello, necesitamos medio litro de crema pastelera (que podemos elaborar casera o comprar), 250 mililitros de whisky, una cucharada de chocolate en polvo, dos cucharadas de café soluble y 400 gramos de leche condensada. Esas proporciones las puedes variar según tu propio gusto, así que lo ideal es hacer una primera elaboración y después ir ajustando las cantidades en función de nuestras preferencias.

Para elaborarlo, tenemos que mezclar todos los ingredientes con una batidora o licuadora, durante tres o cuatro minutos, muy bien batido. Es el único secreto de esta elaboración. Una vez lo hemos batido todo, lo embotellaremos y ya lo tenemos listo. Eso sí, antes de servirlo, recuerda voltear un par de veces la botella, al ser cremoso conviene que se homogenice la mezcla para servirlo mejor.