Leer detenidamente la etiqueta y los ingredientes que componen los alimentos que compramos en el supermercado es imprescindible si queremos evitar que nos engañen, ya que muchos productos de consumo diario que aseguran tener ciertas características, en realidad no las tienen. Ocurre por ejemplo con los alimentos que dicen ser integrales, pero que en realidad no lo son del todo.
En el caso de la pasta, existen diferentes variedades entre las que podemos escoger, dependiendo de su longitud, calibre o forma, pero también entre pasta blanca o integral. La pasta es un producto deshidratado, procedente de la sémola, principalmente de trigo aunque también puede ser de arroz, y elaborada con harinas refinadas, en el caso de la pasta blanca.
Aunque la pasta integral se asocia con la idea de saludable, hay que tener cuidado con determinados artículos que dicen serlo, pero que, al consultar los ingredientes, resulta que no es cierto, así lo advertido Gemma del Caño, farmacéutica y experta en seguridad alimentaria, en sus redes sociales.
Diferenciar la verdadera pasta integral
Para que un artículo pueda ser considerado como integral, debe haberse fabricado con al menos el 75% del grano entero. Es decir, no se pueden haber sometido a un refinamiento industrial. Las harinas integrales tienen el grano completo, mientras que las industriales se someten a un proceso a través del cual se separa el salvado del germen del cereal.
La farmacéutica y experta en seguridad alimentaria da un ejemplo de este supuesto, en el que se pueden observar dos ingredientes: sémola de trigo duro y salvado de trigo duro. El problema es que esto no es suficiente para que pueda ser considerado como una pasta integral.
En este caso que muestra la experta, la pasta contiene sémola de trigo y salvado, esto quiere decir que no contiene harinas integrales como tal, ya que el salvado se le ha añadido. Recordemos que el salvado es una capa de los cereales que aporta fibra y minerales, y es el componente utilizado para elaborar harinas refinadas. Por lo que la pasta que está elaborada con harinas que contienen su propio salvado sí son integrales.
En el otro ejemplo dado, la experta muestra un tipo de pasta que sí es integral. En su lista de ingredientes se puede leer solamente: sémola integral de trigo duro.