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Alimentación
Tipos de agua embotellada: ¿cuál es mejor?
España está entre los cinco países europeos y 10 del mundo donde más agua embotellada se bebe
El agua forma parte de la base fundamental de la pirámide nutricional, según la Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad, por lo que los expertos recomiendan llevar siempre a mano una botella de agua que nos permita reponer la cantidad de líquido necesario, ya sea del grifo o de cualquier tipo de agua envasada.
En España se pueden encontrar en el mercado tres tipos de aguas envasadas: el agua mineral natural (agua subterránea, pura en origen, con una composición mineral constante, que tiene una mineralización débil o muy débil, según la cantidad de minerales presente en el producto final); el agua de manantial (agua subterránea, pura en origen, con una composición mineral que no es constante); y las aguas preparadas que se han tratado para hacerlas potables). A lo que el Instituto Agua y Salud (@aguasminerales) añade que casi la práctica totalidad de la producción de agua embotellada, en España, corresponde a aguas minerales naturales (96%), que para poder ser reconocidas como tal, deben pasar numerosos controles.
A pesar de que sólo se envasa un 0,02% de los recursos hídricos subterráneos de nuestro país, existe una gran riqueza en aguas minerales con más de 100 tipos distintos de aguas minerales naturales en el mercado, que dependiendo de su origen geológico tendrán propiedades diferentes y un sabor característico.
Más de 100 aguas minerales
En general, las aguas minerales se distinguen entre las de mineralización débil que, como su denominación indica, son pobres en minerales, y por lo tanto adecuadas para los niños y bebés y para quienes sufren del riñón; y las de mineralización fuerte, que son ricas en minerales, muy necesarios para el organismo y que no siempre se obtienen a través de una buena dieta alimenticia.
Según la composición química podemos dividirlas en sulfatadas, ferruginosas, sódicas, cloruradas, magnésicas, cálcicas, fluoradas, aciduladas y bicarbonatadas. De forma que cada una de ellas mejora nuestra salud en base a sus minerales. En este sentido mientras que las aguas alcalinas ayudan a reducir la acidez gástrica, las bicarbonatadas tienen propiedades diuréticas, las cálcareas tienen efectos positivos en los sistemas nervioso, muscular y sanguíneo, las fluoradas reducen el decaimiento y promueven la mineralización ósea, y las magnésicas se recomiendan para patologías ginecológicas.
Según la OCU, la información mínima que debería aparecer en las etiquetas de las aguas minerales es su contenido en:
-Residuo seco, es decir, la cantidad total de sales presentes en el agua.
-Bicarbonatos: se considera un agua bicarbonatada la que contenga más de 600 mg/l de bicarbonatos.
-Calcio: se considera agua cálcica cuando tiene más de 150 mg/l de calcio.
-Cloruros: se considera agua clorurada aquella que contiene más de 200 mg/l de cloruros.
-Flúor: se considera un agua fluorada con más de 1 mg/l de flúor.
-Magnesio. Se considera un agua magnésica con más de 50 mg/l de magnesio.
En cuanto al sodio, la legislación establece que un agua está indicada para dietas pobres en sodio si el contenido en este mineral está por debajo de 20 mg/l, y se considera un agua sódica aquella que contiene más de 200 mg/l. de sodio.
Cuál es mejor
La cantidad y el tipo de minerales que contiene tanto el agua del grifo como el agua embotellada depende de la fuente original y del proceso que haya seguido. Pero existen evidencias científicas que indiquen que el agua embotellada sea más saludable que el agua del grifo si ambas tienen un contenido similar de minerales.
España está entre los 10 países del mundo donde más agua embotellada se bebe, indica la Federación Europea de Aguas Embotelladas. Y para orientarse sobre cuál es mejor, la OCU facilita una lista de las 41 mejores aguas del mercado. Sin embargo, la organización considera que beber agua del grifo es mejor que el agua embotellada, y apunta que según el Ministerio de Agricultura, el precio medio del agua mineral envasada es de 0,21 euros por litro, mientras que el agua del grifo te supone un gasto de poco más de 1 euro al año. A lo que debemos sumar el coste del impacto del agua embotellada sobre el medio ambiente. Además, el agua del grifo es totalmente segura para beber y demás usos cotidianos. Existe una rigurosa reglamentación sobre el agua suministrada, que debe someterse a análisis frecuentes para comprobar que no tiene residuos no deseados, bacterias, restos contaminantes y otras impurezas.