Toma nota de esta receta de mouse de limón

La mousse de limón es un postre muy rico, además de refrescante. Si lo preparas, va a triunfar entre los pequeños y entre los mayores. No resulta pesado, por lo que es ideal copara terminar una comida copiosa. Es muy fácil de preparar, tan solo tienes que tener en cuenta que necesita varias horas de frigorífico, así que si puedes prepararlo el día de antes, mucho mejor.

Podemos encontrar distintas recetas de mousse de limón, algunas llevan huevo y otras no. En este caso, optamos por una receta que no lleva huevo. Para elaborar este postre tan fácil, necesitamos medio litro de nata líquida, 250 gramos de leche condensada, cuatro yogures naturales, el zumo de cuatro limones y la ralladura de la piel de un limón.

Comenzaremos batiendo bien la nata hasta que esté montada con una batidora de varillas o un robot de cocina. Después, iremos añadiendo la leche condensada y los yogures, de forma suave y con movimientos envolventes para que no se baje la nata y la mezcle nos quede muy cremosa. Después, añadiremos el zumo de limón y seguiremos mezclando bien para que se integren todos los ingredientes.

Una vez que la tenemos una crema homogénea, la vamos a disponer sobre unas copas o unos vasos, de forma que la sirvamos como postre individual en la mesa.

Decoraremos con la ralladura de limón y la dejaremos enfriando en la nevera durante al menos tres horas. Es importante tapar los vasos con film transparente para que no cojan sabores que pueda haber en la nevera.

A la hora de servir este postre, podemos decorarlo con unas hojas de menta o hierbabuena o unas rodajas de limón.

Unos trucos extra

Si quieres dar un toque especial a este postre, puedes crear una base de galleta triturada con mantequilla y añadirlo en el fondo de los vasitos antes de incorporar la crema de la mousse. De esta forma, el postre es un poco más consistente y le damos un sabor extra.

A la hora de incorporar la mezcla en los vasitos individuales, puedes emplear una manga pastelera; de esta forma lo harás más rápido y fácil y el postre tendrá un toque más estético.

Cuando ralles el limón, evita hacerlo de la parte blanca de la piel, porque es la parte que amarga.