El truco infalible para conservar los tomates en perfecto estado

El tomate es una de las verduras imprescindibles en la cocina, ya sea para ensaladas, pizzas, platos de pasta, tostadas, y un largo etcétera de recetas. Ahora en verano, se incrementa su consumo al ser un producto que refresca. Además es el protagonista de dos de los platos estrella de esta temporada: el gazpacho y el salmorejo. Sin embargo, debido a las altas temperaturas, los tomates se suelen estropear con mayor rapidez si no sigues el siguiente consejo avalado por la ciencia.

El reconocido chef J. Kenji López-Alt ha realizado una serie de experimentos con los tomates, para averiguar cómo hacer que duren más tiempo frescos. Científicamente, está demostrado que las pieles de los tomates ayudan a mantener los jugos de los tomates dentro del mismo, no obstante, esta humedad puede escaparse de la parte superior, donde los tomates están unidos a la vid. Esta pérdida de humedad puede transformar a un tomate con un buen aspecto tanto en tamaño como en textura y color, en uno arrugado, con pérdida de color y seco en su interior. 

La técnica estrella que Kenji ha descubierto para evitar esta pérdida de humedad, consiste en poner boca abajo los tomates y tapar su parte superior con un poco de cinta aislante, de carrocero, esparadrapo o un material similar. El otro truco es recortar los restos de tallo o de hojas que puedan molestar para realizar la tarea y colocar el tomate en una bandeja o cualquier superficie plana, de tal forma que quede tapando ese "tope", ligeramente hundido hacia dentro.

De esta forma, salvo que tengamos una gran cantidad de tomates, podemos dejarlos boca abajo en una bandeja en el frigorífico. En el caso de que se tengan que amontonar o nos guste guardarlos en un cesto, la opción de tapar el pedúnculo con cinta es la mejor. Lo realmente importante es tapar esa parte del tomate por donde se escapa la humedad y por donde pueden entrar insectos u otros microorganismos.