Alimentación

El truco de un nutricionista para que los hidratos de carbono engorden menos

Laura Moro

Foto: Bigstock

Miércoles 4 de diciembre de 2024

3 minutos

Además, con esta técnica mejoramos la microbiota intestinal

El truco de un nutricionista para que los hidratos de carbono engorden menos
Laura Moro

Foto: Bigstock

Miércoles 4 de diciembre de 2024

3 minutos

Los carbohidratos son moléculas de azúcar que junto a las proteínas y las grasas son uno de los tres nutrientes principales que se encuentran en alimentos y bebidas, y cada gramo de hidratos de carbono aporta 4 kilocalorías. 

El pan, la pasta y la patata son tres ejemplos de alimentos ricos en carbohidratos y según el nutricionista Pablo Ojeda, podemos conseguir que el aporte calórico de los hidratos se reduzca sin tener que renunciar a su consumo. Ojeda ha contado en el programa de radio de Las mañanas Kiss que aunque "los hidratos de carbono, por cada gramo, contienen aproximadamente cuatro calorías. Sin embargo, existe una manera de reducir esa cantidad hasta unas 2,5 calorías por gramo", ha comenzado diciendo.

El experto ha explicado que la clave es tan sencilla como "cocinar los hidratos, enfriarlos y convertir su almidón en almidón resistente". Esto significa que cuando "el hidrato está recién hecho y calentito, su composición facilita una rápida absorción por parte del organismo. Eso significa que es una energía rápida", ha aclarado Ojeda.

Al enfriar el alimento lo que conseguimos es que "las moléculas de almidón se recolocan de tal manera que se convierten en almidón resistente", matiza el nutricionista.

Hidratos de carbono simples y complejos (bigstock)

 

Sobre el almidón resistente, Amparo Gamero, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) explica en la web de la universidad que "una parte del almidón que tienen frutas, hortalizas, cereales o legumbres no es digerible para nuestras enzimas digestivas, lo que hace que llegue intacto al colon, donde es fermentado, hecho que favorece el desarrollo de bacterias beneficiosas".

Ahora bien, esto no quiere decir que necesariamente haya que comer estos platos siempre fríos si queremos que su aporte calórico no sea tan grande: "Si se calienta nuevamente el alimento, este no pierde esa estructura molecular que adquirió al enfriarse. Sigue siendo almidón resistente", asegura el nutricionista.

Reducir la capacidad calórica no es lo único que conseguimos con esta técnica, sino que además con el almidón resistente mejoramos la microbiota intestinal, lo que se traduce en una mejor digestión y evita la inflamación e hinchazón. Esto es así porque, tal y como ha explicado Ojeda, es un potente prebiótico.

"En definitiva, este tipo de almidón tiene propiedades beneficiosas para el desarrollo de la microbiota y, por lo tanto, puede contribuir a la prevención y el tratamiento de diversos trastornos metabólicos, como en el caso de la diabetes", aclara la profesora de la UOC en la página web de la universidad.

Sobre el autor:

LauraMoro

Laura Moro

Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.

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