Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorUn buen desayuno completo no tiene sentido sin unos buenos huevos. Pueden ser fritos, escalfados o revueltos. Te vamos a contar cómo tienes que prepararlos para que estos últimos queden perfectos. Además, estos trucos los puedes aplicar cuando elabores huevos revueltos como base para algún plato, como un sándwich o una tosta, por ejemplo. Toma buena nota y a disfrutar.
En primer lugar, los huevos revueltos solo llevan huevo, no añadas leche ni nata. Y, como con todos los platos que vayamos a preparar y por muy sencillos que sean, cuanto mejor es la calidad del ingrediente, mejor es el resultado.
Otro consejo es que no los batas en exceso, basta con removerlos un poco con un tenedor para mezclar un poco la yema y la clara, sin que el huevo llegue a hacer espuma.
La clave para lograr unos huevos revueltos perfecto es la paciencia porque se deben hacer a fuego medio-bajo. Debemos disponer de una sartén donde no se peguen los alimentos. Añadimos un poquito de aceite de oliva y dejamos que se caliente bien. Echamos los huevos y los debemos remover constantemente, llevando desde las paredes de la sartén hacia el centro, con un movimiento envolvente y les dejaremos que se vayan cuajando.
Cuando ya no tengan nada de líquido, pero sigan estando jugosos, es el momento de apartar del fuego y servir en un plato. Una vez hechos es cuando les tenemos que añadir la sal (y la pimienta si nos gusta), al igual que hacemos con los huevos fritos.
Otra opción que para obtener un resultado muy esponjoso es separar las yemas y las claras. Estas se baten ligeramente y se vierte en la sartén, removiendo constantemente. Cuando las claras están medio hechas, se añaden las yemas y se sigue removiendo hasta que las yemas estén parcialmente cocidas.
A esta receta base le podemos añadir lo que queramos a nuestro gusto. Por ejemplo, antes de servir unos huevos revueltos en la mesa, podemos añadir un poco de cebollino cortado finamente.
Y si queremos darle un toque especial, podemos sustituir el aceite de oliva por mantequilla. Pero debemos ser conscientes de que el resultado será un poco menos saludable.
Si vamos a preparar unos huevos revueltos como guarnición para otro plato, podemos añadir unas setas o champiñones, algún tipo de queso o un tomate de la huerta cortado en dados.