Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorLos alimentos fritos no están entre las comidas más saludables. Sin embargo, está en nuestra mano aplicar ciertos trucos para conseguir un buen resultado final y un poco más saludable. Aunque no se deben tomar a diario, es cierto que es una técnica de cocinado que hace los alimentos más apetecibles. Aquí recogemos algunos consejos para aligerar nuestras frituras. ¡Toma nota!
Muchas veces nos preocupa que el alimento vaya frito sin prestar al alimento que vamos a cocinar. El resultado será más saludable si lo que vamos a freír es más saludable. Porque uno piensa en fritos y, automáticamente, pensamos en precocinados poco recomendables. Sin embargo, podemos hacer verduras o pescado con esta técnica con un resultado estupendo. A veces a los niños les cuesta tomar este tipo de alimentos y hacerlos más atractivos con un rebozado sabroso y freírlos puede ser una opción.
Es fundamental elegir un buen aceite y decantarse por el que mejor aguante las altas temperaturas con las que se fríen los alimentos. Una fritura se realiza a unos 180ºC, así es que mejor elegir un aceite de oliva que tiene su punto crítico a los 210ºC que un aceite de semilla que comienza a deteriorarse a los 170ºC.
Además, la transferencia de grasas hacia los alimentos es menor: la absorción de grasas cuando se utiliza aceite de oliva virgen extra es de entre un 5-7%, mientras que con el girasol, por ejemplo, es de un 20%.
No todos los alimentos necesitan freírse con la misma temperatura. De forma general, el rango idóneo está entre 150ºC y 185ºC, evitando siempre que el aceite humee, algo que indica que se está quemando, perdiendo así propiedades y generando compuestos como la acrilamida, poco saludables. Si la fritura es corta y la temperatura del aceite es idónea, los alimentos se cuecen en sus propios jugos y conservan más nutrientes.
Las harinas refinadas se pueden variar por otro tipo de rebozados, como la harina de garbanzos, por ejemplo. También podemos optar por una tempura, ideal para verduras, por ejemplo, que se elabora con agua muy fría. También se puede usar cerveza en vez de huevo a la hora de ciertos rebozados que le dan un extra de crujiente.
Es aconsejable usar una espumadera para retirar los alimentos de la sartén para que escurran el aceite antes de sacarlos al plato. Asegúrate de que éste esté cubierto con un papel absorbente, así el aceite sobrante que recubre el alimento al sacarlo se absorberá por el papel y la fritura no será tan grasienta.