Por qué una manzana podrida puede estropear el resto de fruta a su alrededor

Al igual que ocurre con el moho, las frutas podridas aceleran el proceso de putrefacción del resto de las que hay en el frutero. Esto ocurre con las manzanas y se debe al gas etileno que desprende cuando está mala.

El etileno es una hormona vegetal que liberan los frutos mientras maduran y que acelera ese proceso. En el caso de la manzana, al madurar aumenta bruscamente su emisión de este gas y puede poner en peligro a las frutas que estén cerca. Por ello, en cuanto haya una manzana a punto de pudrirse o demasiado madura, lo mejor es apartarla. 

Sin embargo, se puede mantener en el frutero para que otras frutas maduren más rápido. Simplemente hay que envolver en papel aquellas que queremos que maduren antes -ya que este material retiene el etileno y acelera la maduración- y dejar cerca la manzana en proceso de putrefacción.

Proceso de maduración de una fruta

Antes de ser apta para el consumo alimenticio, una fruta pasa por diversos procesos. Cuando se dice que está 'verde', es que está literalmente de ese color, debido a la clorofila que almacenan las células ejecutoras de la fotosíntesis. 

A medida que cambia de color, olor, sabor y textura, comienza a madurar. En ese momento es cuando la fruta libera dióxido de carbono y recoge oxígeno con el fin de oxidar algunos de sus compuestos y, así, obtener energía para continuar con todos sus procesos internos. 

Si no se consume durante el periodo en el que el color y el olor son óptimos, continúa con el proceso de maduración, hasta llegar a la putrefacción. En este proceso, las enzimas que descomponen moléculas complejas en fragmentos más pequeños generan moléculas únicamente para esta parte de la vida de la fruta.