Echar sal a las comidas es uno de los hábitos más habituales y comunes en todos los hogares. Tanto es así, que la Organización Mundial de la Salud aseguró en su informe de 2021, que la mayoría de las personas consumen el doble de la dosis diaria recomendada.
Para intentar consumir un máximo de 5 gramos de sal al día, que es la recomendación de la OMS, la profesora de Ciencias de la Alimentación en la Universidad Estatal de Washington, Carolyn Ross ha estudiado cómo reducir su consumo, pensando sobre todo en las personas mayores.
Ross evaluó si sería posible sustituir la sal por especias y otros condimentos. Para ello, realizó diferentes pruebas a 39 personas mayores de 60 años y se dio cuenta que los participantes no diferenciaban los platos que llevaban sal de los que no, si la comida llevaba salsa chipotle. No fueron tan eficaces la albahaca, ajo en polvo y pimienta molida gruesa.
"Estábamos trabajando específicamente con una población de adultos mayores para ver si podíamos reducir la cantidad de sal en un producto y luego adaptarlo a sus gustos. Esto es importante porque se sabe que la capacidad de saborear y oler se debilita con la edad, y una percepción más débil de los sabores salados puede inducir a las personas a sazonar sus alimentos con sal en exceso, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular", explicó Ross.
El estudio se llevó a cabo antes de que estallara la pandemia del coronavirus.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.