Toni Esteve
Alimentación
Las verduras y hortalizas protegen a los mayores del cansancio y la pérdida de peso involuntaria
El síndrome de la fragilidad afecta al 10% de los mayores de 65 años
La ingesta insuficiente de frutas y verduras es uno de los 10 factores de riesgo principales que contribuyen a la mortalidad. Según datos del Informe sobre la salud en el mundo 2002 publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS @WHO), se estima que cada año podrían salvarse hasta 1,7 millones de vidas si se consumieran las frutas y verduras en suficientes cantidades.
La relación entre el consumo de verduras y hortalizas y la salud de la población se ha estudiado en relación con muchas patologías. En el caso de la fragilidad y la pérdida de peso involuntaria en adultos, la Fundación Española de la Nutrición (FEN @FENnutricion), en su Informe de Estado de Situación sobre “Frutas y Hortalizas: Nutrición y Salud en la España del S. XXI”, recoge un estudio en el que se examinó el efecto de las frutas y las verduras en la fragilidad. En éste, definieron la fragilidad como un síndrome geriátrico que se presenta con caídas, minusvalías, institucionalización y muerte por estímulos menores, y consideraron frágiles a aquellos individuos que reunieran tres o más de las siguientes características: cansancio, actividad física reducida, debilidad, pérdida de peso involuntaria y velocidad lenta al caminar.
Protección máxima con dos raciones diarias
Este síndrome puede llegar al 10% en mayores de 65 años, y al 25% en mayores de 85. Sin embargo, según los investigadores este riesgo puede disminuir a corto plazo con un consumo suficiente de frutas y verduras, debido principalmente a los antioxidantes y fitoquímicos presentes en las mismas. Concretamente, las verduras y hortalizas parecen proteger a los adultos mayores frente al cansancio y la pérdida de peso involuntaria, alcanzando la protección máxima con dos raciones diarias.
La pérdida de peso sin motivo aparente en personas mayores puede ser un síntoma de alguna patología no detectada o, simplemente, la señal más evidente de que la dieta que se está siguiendo no es la adecuada para cubrir las necesidades nutricionales que garanticen el buen estado del organismo y el correcto desarrollo de todas sus funciones. Por ejemplo, si la pérdida de peso va acompañada de otros síntomas como el cansancio o la fatiga extrema, debe consultarse con el médico.
Las frutas forman una parte fundamental en nuestra alimentación y mediante ellas se adquieren ciertos nutrientes como vitaminas, minerales y fibra. Gracias a los nutrientes que nos aportan conseguimos una mejor salud por lo que son de gran interés nutricional y siempre serán una ayuda y una protección ante esos problemas de cansancio y pérdida de peso involuntaria.
Aparte de los componentes nutritivos (micro y macronutrientes), están los componentes no nutritivos, los cuales son capaces de ayudar a prevenir enfermedades y fortalecer el sistema inmune. Estos elementos no nutritivos se denominan como “compuestos bioactivos” que influyen tanto en la actividad celular como en los mecanismos orgánicos y están muy presentes en las frutas.