Las relaciones entre caseros e inquilinos nos son siempre fáciles. Son muchas las experiencias negativas, pero también hay algunas excepciones, como es el caso de Chris Robarge, que vive en Massachusetts (Estados Unidos), y ha compartido en redes sociales la carta que su casero le ha mandado, y que le dejó sin palabras:
“Recientemente, un excasero me preguntó por mi dirección actual. Esta persona me alquiló un espacio en su casa, que fue el primer lugar al que llamé hogar cuando tuve que dejar mi casa tras divorciarme. Pagué una cantidad de dinero por mi alojamiento y disfruté realmente de mi tiempo allí y, como con cualquier alquiler, pensé que eso era todo”, empezaba contando en su perfil de Facebook.
“Ayer recibí esto por correo. Era una carta de esa persona, informándome de que habían vendido su casa y que me pagaba a mí a cada inquilino que habían tenido por lo que contribuimos a las ganancias que obtuvieron al vender la casa”. Un total de 2.500 dólares, explica Chris, que adjuntó también la carta que su casero le mandó.
La carta del casero
¡Hola, antiguo inquilino!
Como sabrás, recientemente vendí la casa. Como inquilino de la propiedad, parte del alquiler que pagabas cada mes contribuía a cancelar mi hipoteca. Creo firmemente que la tradición capitalista de retener ese dinero después de la venta de una propiedad es explotadora y antiética en una sociedad justa.
Traté de que el alquiler equivaliera a los gastos mensuales de mantenimiento de la casa (hipoteca, intereses, impuestos, seguros, servicios públicos, mejoras). Si bien el capital de la hipoteca, especialmente los primeros años, es una pequeña fracción de esos gastos, quería devolverte la parte del alquiler que pagaste.
Calculé el monto del capital pagado cada mes que viviste allí, lo dividí entre quienes vivían en la casa en ese momento y agregé el 40% (el aumento en el valor de la casa desde el momento que la compré). ¡Aunque no es mucho, es tuyo! Fue una gran casa y me alegro de haberla compartido contigo”.
Un gesto asombroso
Chris reconoce que estuvo un día entero asimilando lo que había ocurrido: "Todavía estoy lejos de describir lo que este acto significa para mí. Todo lo que puedo decir es que hay personas que hablan sobre sus valores y personas que viven según ellos y la razón por la que comparto esto es que quiero animarnos a todos a hacerlo”.
Asombrado por la repercusión de su publicación, ha contado que tan solo utilizará 500 dólares para arreglar su coche, mientras que el resto lo donará a distintas asociaciones y acciones solidarias.