El apoyo económico que presta desinteresadamente la generación sénior resulta cada vez más imprescindible para miles de familiares y cercanos que dependen de estos ingresos para sobrevivir o que los necesitan para afrontar ciertos pagos que, sin ayuda, serían inasumibles.
En concreto, en 2022 aumentó un 46% el número de mayores de 55 años que asisten económicamente a otras personas –del 43% al 63%–, según se desprende del III Barómetro del Consumidor Sénior, elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics (@FM_Ageingnomics) de la Fundación MAPFRE (@fmapfre), en colaboración con Google (@Google), y dirigido por el director del Centro de Investigación Ageingnomics, Juan Fernández Palacios, y por los docentes e investigadores universitarios Iñaki Ortega y Manuel Sevillano.
Juan Fernández Palacios, director del Centro de Investigación Ageingnomics@FM_Ageingnomics: "El 60% de todo el gasto fue realizado por mayores de 50 años y el 25% del PIB se les atribuye. La economía sénior es una parte sustancial de la economía" #IIIBarómetroConsumidorSéniorpic.twitter.com/AneKtQoIiY
El informe, resultado de 1.125 encuestas, analiza, entre otros aspectos, su capacidad de ahorro, su poder adquisitivo, el tipo de vivienda en la que residen, qué hábitos tecnológicos tienen, con qué frecuencia realizan viajes por ocio y turismo, qué hacen para mejorar su salud, y si desean alargar su vida laboral.
Durante la presentación del Barómetro, el director del Centro de Investigación Ageingnomics, Juan Fernández Palacios, destacó la importancia de este segmento para la economía y reconoció que cada vez los sénior, "un tercio de la población", tendrán un peso mayor. Y prueba de ello, es que además de consumidores y generadores de riqueza –16 millones en España, el 25% del PIB y el 60% del consumo–, también son un pilar económico fundamental para las nuevas generaciones.
Fuente: III Barómetro del Consumidor Sénior.
Los más solidarios, los mayores de 66 a 70 años
Eso sí, no todos los sénior prestan la misma asistencia a sus cercanos. Entre los grupos de edad que más ayudan a otras generaciones destacan los que tienen entre 66 y 70 años: el 67% apoya económicamente a sus familias.
Les siguen los que tienen entre 61 y 65 (el 64% ayuda), los que tienen más de 71 años (62%) y, en último lugar, los que tienen entre 55 y 60 años (56%).
Por otra parte, entre 2021 y 2022, según datos que se desprenden del barómetro, habría descendido el porcentaje de sénior queasisten económicamente a sus familias todos los meses –es decir, dependientes de este ingreso–del 12% al 8%.
No obstante, el número de sénior que han apoyado puntualmente a sus seres queridos habría aumentado exponencialmente, pasando del 4% al 25%, fruto probablemente de la coyuntura económica actual.
Solidarios, pese a que la crisis también les afecta
Ahora bien, pese a que la ayuda de los mayores de 55 años resulta imprescindible, se trata de un colectivo que también está sufriendo las consecuencias de la alta inflación, una coyuntura que está haciendo que se muestren menos optimistas respecto al futuro.
En concreto, en 2022 habría aumentado el pesimismo económico, relacionado, probablemente, con el aumento de los precios de la energía y de los alimentos y con una menor capacidad de ahorro.
Debido a la coyuntura económica, “está bajando su capacidad de ahorro” y ha aumentado la ayuda que prestan a sus familiares. “Los sénior comienzan a estar inseguros respecto a su situación económica”, advirtió el codirector del estudio Iñaki Ortega (@InakiOrtega).
En concreto, un 58% considera que su situación económica no empeorará a futuro, un 7% menos que en el año 2021, y el 55% de los encuestados se muestra inquieto por su situación económica. Un porcentaje, que llega hasta el 78% para los desempleados y que es superior, por lo general, entre los miembros del colectivo sénior de menor edad –la gran mayoría todavía en el mercado laboral–. Las partidas de gasto que más preocupan son los pagos de energía (74%) y de la cesta de la compra (55%). Y ocho de cada 10 españoles sénior cree que no se puede gastar menos en sanidad (81%) o en vivienda (84%) sin que baje su calidad de vida. También consideran como imprescindible la inversión en movilidad, transporte o educación, alimentos o comunicaciones.
Fuente: III Barómetro del Consumidor Sénior.
Por otra parte, desde 2020 el porcentaje de consumidores de más de 55 años que consiguen ahorrar ha disminuido, pasando del 56% al 43% –en 2021 eran el 48%– y, actualmente, sólo un 8% ahorra más del 30% de los ingresos que percibe. Además, entre las principales causas para hacerlo están prepararse ante imprevistos económicos –30%– o de salud, por tranquilidad y para apoyar a la familia, pero no tanto por ocio u otras razones.
Generadores de riqueza y consumidores
Pese a que su capacidad de ahorro haya disminuido y sean algo más pesimistas, los sénior son todavía un motor fundamental para la economía española como consumidores y generadores de riqueza. Por ejemplo, del estudio se desprende que al 29% de la población sénior le gustaría sacar mayor beneficio económico de su vivienda –el 80% de los encuestados son propietarios y la mayoría ya no paga hipoteca–. De hecho, un 33% primaría su calidad de vida por encima de dejar su casa en herencia y, aunque el 61% quiere seguir viviendo en ella, ha aumentado el número que se plantea alternativas tipo coliving respecto a 2020 –el 82% quería envejecer en su domicilio en ese año–.
Por otro lado, las personas de más de 55 años son un segmento de la población que ha integrado la tecnología en su vida y también en sus cuidados, según el barómetro. Uno de cada dos ha utilizado un servicio de telemedicina desde el comienzo de la pandemia. Además, el 57% está dispuesto a ceder sus datos a cambio de un trato más personalizado y también apuestan mayoritariamente por ser atendidos en el hogar.
Otro mito que destierra el III Barómetro del Consumidor Sénior es que los sénior no usan internet.Concretamente, el número de mayores de 55 años digitales ha aumentado en un millón de personas con respecto a 2021 y en dos millones en relación con 2020, casi duplicando el número de 2017. Así, por ejemplo, en base a datos facilitados por Comscore, más de 10 millones usarían YouTube, 9 millones, Gmail, y más de 9 gestionarían sus cuentas a través de las webs de su banco, lo que denota un uso muy extendido de internet y de sus aplicaciones.
Los sénior son también grandes consumidores de viajes, si bien cabe matizar que, probablemente debido a la coyuntura económica, este 2022 un número inferior de mayores de 55 años se han planteado viajar –la principal barrera que se encuentran a la hora reservar es el precio (56%)– y los destinos preferidos han sido dentro de España. También cabe destacar que, a mayor formación, suelen viajar con más frecuencia.
Otro dato importante es que la población sénior cuida de su salud. Y principalmente, según el barómetro, lo hacen a través de la alimentación (72%), revisiones médicas (61%), ejercicio físico (56%), evitar consumo excesivo de alcohol (51%) y respetar las horas de sueño (51%).
El informe señala, además, que cuanto más avanza la edad, mayor es la frecuencia de visita a un centro sanitario, y que el 23% las realiza frecuentemente –una vez al mes como mínimo–, un porcentaje que ha subido respecto a 2020 o 2021, pero que desmiente el mito del sénior como persona dependiente –incluso en mayores de 71 años el porcentaje sólo asciende al 28%–.
Por último, del barómetro se desprende que, pese a que sólo el 15% de los sénior desearía alargar su vida laboral más allá de la edad de jubilación, en personas de más de 71 años y entre los que tienen estudios superiores, el porcentaje aumenta 20 y 29%, respectivamente.
Finalmente, como dato que invita a la reflexión, el estudio asegura que el 30% de la población de más de 55 años desearía mudarse a un entorno más rural para seguir trabajando, una cifra que se aleja de aquellos que estarían dispuestos a reducir su salario y disminuir la carga de trabajo –18%– o emprender un nuevo negocio –8%–.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.