La gran mayoría de los sénior rechazan la prohibición de conducir por razón de edad, consideran que no hay una edad concreta a la que se es demasiado mayor para hacerlo y opinan que las posibles limitaciones deben establecerse en función de las condiciones de salud y reflejos de cada persona, según el 'V Barómetro del Consumidor Sénior' 2024, realizado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE, en colaboración con Google.
El estudio, que analiza los hábitos y opiniones de más de 16 millones de españoles mayores de 55 años, destaca que 3 de cada 5 sénior conducen al menos una vez a la semana, mostrando que la conducción es una actividad habitual para este grupo de población. Esta cifra sólo decrece significativamente a partir de los 70 años.
Una de las conclusiones más relevantes del Barómetro es el rechazo generalizado a establecer una edad límite para dejar de conducir. El 77% de los sénior considera que no hay una edad concreta a la que se es mayor para conducir. En cambio, la mayoría opina que la capacidad para conducir depende de las condiciones individuales de cada persona, como su estado de salud y sus reflejos. Esta opinión se mantiene constante en todos los grupos de edad encuestados.
Al analizar los factores que podrían afectar su frecuencia de conducción, los sénior expresaron preocupación por el precio de los vehículos (73%) y las limitaciones al tráfico en las ciudades (53%). También les preocupa su estado de salud y sus reflejos para enfrentarse al público (45%). Estos datos sugieren que las dificultades económicas y las políticas de movilidad urbana son percibidas como mayores obstáculos que la propia edad.
En cuanto a los principales elementos para decidir la compra de un vehículo nuevo, los aspectos más importantes para los sénior son la seguridad (30% la considera de máxima prioridad) y el precio (42% la considera de máxima prioridad), seguidos por la comodidad. El impacto medioambiental, el diseño y la potencia del motor son factores menos relevantes para este colectivo. Estos hallazgos sugieren que los conductores sénior priorizan la funcionalidad y la practicidad, por encima de aspectos más estéticos o técnicos.
Principales conclusiones del Barómetro sobre los sénior y la conducción:
Rechazo a la edad como factor determinante: El 77% de los sénior no cree que haya una edad límite para conducir, sino que depende de las condiciones individuales.
Conducción habitual: 3 de cada 5 sénior conducen al menos una vez a la semana.
Preocupaciones: Los sénior se preocupan por el precio de los vehículos, las limitaciones al tráfico y, en menor medida, por su salud y reflejos.
Prioridades de compra: La seguridad y el precio son los factores más importantes al comprar un vehículo nuevo.
Estilo de vida saludable: La mayoría de los sénior se cuidan activamente, lo que contribuye a su capacidad para conducir.
Este informe del V Barómetro del Consumidor Sénior desafía la visión estereotipada del envejecimiento y la conducción, demostrando que los sénior son conductores responsables y conscientes. Los resultados destacan la necesidad de políticas que no discriminen por edad, sino que se centren en las capacidades individuales y en la seguridad vial. Además, la investigación subraya la importancia de considerar las necesidades y prioridades de los sénior al diseñar vehículos y políticas de movilidad.
Sobre el autor:
Raúl Arias
Raúl Arias es periodista especializado en Política, Economía y Sociedad. Licenciado en la Universidad Complutense de Madrid, ha trabajado en diferentes medios de tirada nacional, siempre pegado a la actualidad.