Los sénior son grandes consumidores de seguros. Esta es la conclusión que se desprende del “IV Barómetro del Consumidor Sénior” del Centro de Investigación Ageingnomics (@FM_Ageingnomics) de Fundación MAPFRE (@fmapfre), en colaboración con Google (@GoogleES). Una encuesta, que radiografía los hábitos de consumo de los mayores de 55 años, su capacidad de ahorro, prioridades de gasto, tipo de vivienda en la que residen, hábitos tecnológicos o si desean alargar su vida laboral, entre otros muchos indicadores.
Seguros preferidos por los sénior
Fuente: IV Barómetro del Consumidor Sénior.
Según el Barómetro, nueve de cada 10 sénior tienen contratado algún seguro, con una media de 2,55 pólizas de diferente tipo por cada persona.
En concreto, los preferidos por el colectivo son los del hogar, el de vehículos y el de decesos: la mayoría de los encuestados –más de 50%, en cada caso– cuenta con una de estas pólizas.
En este sentido, detallan en el Barómetro, el más común es el del hogar: un 79% asegura que dispone de uno. Le sigue, en orden de frecuencia, el de vehículos. En este caso, seis de cada 10 (61%) afirman contratar este servicio. Y el tercer puesto es para el de decesos: un 57% de los encuestados han contratado esta modalidad.
Fuente: IV Barómetro del Consumidor Sénior.
El resto de pólizas utilizadas por los sénior, de forma más minoritaria, son los seguros de vida, los de salud, los de accidentes o los de dependencia, con diferencias significativas respecto a la popularidad de cada uno de estos servicios.
En concreto, el más popular de los cuatro es el de vida (25%), seguido de cerca por el de enfermedad (24%). En último y penúltimo lugar se sitúan el de accidentes personales (8%) y el de dependencia (2%).
Los sénior, motor de la economía
Estos porcentajes, junto al resto de datos que se desprenden del Barómetro, confirman que los sénior son un colectivo con un gran potencial económico, con una capacidad importante de consumo y de ahorro.
Y es que cuentan mayoritariamente con la capacidad para ayudar a su entorno familiar, ahorrar y atesorar riqueza, vivienda en propiedad y poder de gasto.
Concretamente, un 49% de los mayores de 55 años ahorra cada mes, casi un 56% de la población sénior dispone de más un ingreso en el hogar, un 82% son propietarios de una vivienda –mayoritariamente, libre de cargas– y el 58% considera que su situación económica personal no va a ir a peor en un futuro.
Todo ello convierte al colectivo en un motor de la economía española. “Tienen mucho que aportar, de hecho, ya están contribuyendo enormemente a la sociedad. Son un motor económico y social y constituyen una pieza básica de la demanda y del consumo”, aseguró Juan Fernández Palacios (@JuanFernndezPa3), director del Centro de Investigación Ageingnomics, con motivo de la presentación del estudio.
“Son una red de apoyo para el país, porque aportan a toda la economía vía transferencias. El Producto Interior Bruto y la demanda del país, están alimentados, en buena medida, por los sénior. Y lo hacen a través de ese apoyo a sus familias y a otras personas de su entorno cercano”, indicó por su parte Iñaki Ortega, (@InakiOrtega) codirector del informe y consejero asesor del Centro de Investigación Ageingnomics.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.