Reduflación en dulces navideños: menos producto a igual o mayor precio en 9 turrones y bombones
El Congreso de los Diputados ha dado un paso significativo en la protección de los derechos de los consumidores al aprobar tramitar un cambio legislativo destinado a frenar la reduflación. Esta práctica, cada vez más común entre fabricantes y cadenas de supermercados, consiste en disminuir la cantidad de producto en un envase sin reducir el precio de venta al público.
La medida, que busca emular la legislación francesa aprobada en abril, tiene como objetivo obligar a los comercios a informar de manera transparente sobre la reducción de cantidad en los productos. La propuesta, impulsada por el Grupo Socialista y con el respaldo de PNV, Sumar, EH Bildu y ERC, ha obtenido una amplia mayoría.
En total, 311 votos a favor, frente a 33 en contra, entre los que destacan los diputados de PP y Vox. Esto indica un consenso parlamentario sobre la necesidad de abordar esta práctica que afecta directamente al bolsillo de los consumidores.
¿En qué consiste la nueva normativa?
De ser aprobada, la nueva ley obligaría a los fabricantes y distribuidores a informar a los consumidores de forma clara y comprensible cada vez que se reduzca la cantidad de un producto de consumo preenvasado sin que exista una reducción proporcional en su precio. Esta información deberá proporcionarse mediante una etiqueta legible y visible que señale el cambio durante un período no inferior a 90 días desde la primera comercialización del producto.
Esta medida busca combatir la opacidad y la confusión que genera la reduflación, permitiendo a los consumidores tomar decisiones informadas al realizar sus compras. La diputada socialista Isabel Iniesta ha manifestado que el objetivo principal de esta norma es prevenir la práctica de la reduflación y defender a los consumidores de "prácticas empresariales abusivas".
También busca poner coto a la aumenflación y la nutriflación
Si bien la nueva ley se centra en la reduflación, el problema de fondo es más complejo. La realidad es que esta táctica no es la única manera en que los fabricantes ajustan sus precios a la inflación de costes. El texto menciona otras prácticas como la aumenflación, que implica aumentar el tamaño del envase para incrementar el precio de forma desproporcionada. También se ha identificado la nutriflación, donde se modifica la receta del producto para justificar un aumento de precio.
Estas prácticas demuestran según el PSOE, que, aunque se regule la reduflación, los fabricantes encontrarán otras maneras de repercutir los costes en los consumidores. Por lo tanto, resulta crucial atacar las causas de la inflación en su origen para lograr una protección real y efectiva de los derechos de los consumidores.
La experiencia en Francia: hecha la ley, hecha la trampa
La experiencia de Francia, que implementó una ley similar en abril, revela que la creatividad de los fabricantes puede superar las regulaciones. A pesar de la intención de proteger a los consumidores, se han observado tácticas como la aumenflación y la nutriflación, que dificultan el control efectivo de los precios. Por tanto, es fundamental que el nuevo marco legal español no se centre únicamente en la reduflación, sino que considere las distintas estrategias que los fabricantes utilizan para ajustar sus precios.
Si bien la aprobación de esta ley representa un avance significativo en la defensa de los consumidores, su éxito dependerá de una implementación efectiva y una fiscalización continua. Se requiere un esfuerzo coordinado por parte de las autoridades y las organizaciones de consumidores para garantizar que se cumpla el espíritu de la norma y se proteja a los ciudadanos de prácticas empresariales abusivas.