Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorCon la llegada del invierno también lo hacen las bajas temperaturas, y por ello, al salir a la calle durante estos meses, priorizamos abrigarnos antes que vestir tan elegantemente como nos gustaría, sobre todo en lo que se refiere a vestidos y faldas. A pesar de que es posible encontrar estas prendas elaboradas con tejidos que nos protejan del frío, como la lana o la franela, el problema siempre acaba recayendo en nuestras piernas que, tras pasar varias horas al aire libre, se nos quedan congeladas si sólo llevamos unas medias finas.
Entonces, ¿debemos renunciar a vestir de forma glamurosa cuando caen las temperaturas? ¿Debemos esperar a que los termómetros suban antes de poder estrenar ese vestido o falda que nos regalaron por Navidad? No necesariamente. Existe una solución para que incluso la persona más friolera pueda lucir faldas o vestidos en esta época del año. Te la contamos a continuación en estas líneas.
Recientemente, se han puesto de moda las medias térmicas transparentes. Aunque a simple vista parezca que se traten de unas medias normales y corrientes, por dentro están forradas con un material térmico que consigue mantener el calor que genera nuestro propio cuerpo. De esta forma, nos abrigan y evitan que el frío ambiente nos hiele las piernas.
El truco para combinarlas con otras prendas está en que, al ser de un color carne, se camuflan con nuestra piel. Así pues, por encima de ellas podemos ponernos unas medias tradicionales oscuras para conjuntarlas con nuestros suéteres y calzados preferidos. Lo mejor de todo es que no añaden sensación de volumen, así que no debemos preocuparnos por si abultan. De hecho, estilizan nuestra figura, así que nos ofrecen un resultado de lo más estético. Otra de sus muchas ventajas es que son muy elásticas, además de increíblemente cómodas, y nos permiten mover las piernas con facilidad.
Se pueden encontrar tanto en Amazon como en AliExpress, y su precio varía entre unos 5 y 12 euros, ya que hay varias opciones entre las que escoger: están disponibles 3 tipos de grosor de forro polar (90 g, 200 g o 300 g), para que elijamos según más nos convenga; es decir, según cómo de resistentes seamos al frío. Además, también tenemos la opción de conseguirlas en diferentes tallas y tonalidades.
¿A qué esperas? Hazte con ellas y atrévete a salir a la calle con estilo, sin miedo al frío.