Detrás de los supermercados hay muchas curiosidades que, de conocer su explicación, nos sorprendería. Lo cierto es que en más de una ocasión, habremos pasado a alguno y nos habremos preguntado por qué se hacen las cosas de una manera o de otra, pero sin llegar a darle demasiada importancia. En esta ocasión, la pescadería de Mercadona ha llamado la atención, no porque hayan instaurado alguna novedad, sino más bien porque se ha dado explicación a un detalle que para muchos ha sido desconocido hasta ahora.
Se trata de la diferencia de colores que existe entre las cajas que contienen los pescados en la cadena de supermercados valenciana. Como habremos podido observar en más de una ocasión, hay dos colores distintos, verdes y azules, pero ¿por qué esta diferenciación y qué significa? Esta es la pregunta a la que ha dado respuesta una tiktoker en la red social, donde aseguraba que, en una pequeña encuesta que había realizado en sus redes sociales, la mayoría de la gente no conocía la razón.
"Todas hemos ido a la pescadería de Mercadona", comenzaba a contar. "En mi historia de Instagram pregunté si sabéis cuál es la diferencia entre las cajas azules y las verdes, y para mi sorpresa, el 90% de las personas respondieron que no".
Así, explicaba que el pescado que se encuentra colocado en las cajas azules son aquellos que proceden de piscifactorías, es decir, que tienen su origen en granjas intensivas donde se cría diferentes tipos de peces, como moluscos o crustáceos, para producir a gran escala. Según indicaba esta tiktoker, este pescado "llega a todos los centros de Mercadona por igual, no lo pueden elegir".
Por su parte, el pescado que se encuentra en las cajas verdes es aquel que llega directo de la lonja, que es donde se suele realiza la primera venta de los productos de la pesca extractiva, es decir, el lugar donde los pescadores comercializan sus productos, por lo que es más fresco. Este pescado es, por tanto, el mejor valorado, pero al mismo tiempo suele ser menos numeroso en algunas ciudades. Además, en este caso, "cada Mercadona tiene la oportunidad de elegir qué tipo de pescado de la lonja quiere", apunta.
Cómo diferenciar el pescado fresco del que está en mal estado
El pescado es uno de los alimentos con los que tenemos que tener más cuidado, ya que consumirlo en mal estado puede afectar negativamente a nuestra salud. Por tanto, es importante vigilar su fecha de caducidad, así como otros aspectos como el olor, el aspecto y la textura, para saber si es seguro tomarlos o es mejor que los desechemos.
El olor es un buen indicador para identificar el estado del pescado, ya que si se encuentra en malas condiciones, emitirá un olor fuerte y desagradable, como amoniaco, muy diferente al olor salino y penetrante del fresco. También podemos observar el color y el brillo. En este caso, si el pescado se encuentra en mal estado, el color de los bordes se habrá atenuado, tiñendo hacia tonos más marrones, amarillos o grisáceos. Las branquias también pueden presentar un aspecto decolorado, o estar pegadas entre sí y haber perdido el brillo. Si, además, notamos que la carne ha perdido su elasticidad natural y ya no está tersa y compacta, sino flácida, las vísceras aparecen hinchadas y los ojos del pez hundidos o decolorados, significará que el pescado se encuentra también en mal estado.
Así, para encontrar el pescado que esté verdaderamente fresco, podemos guiarnos por una serie de indicadores, como son: que la piel tenga un color vivo; que presente un olor salino y penetrante, sin que llegue a ser desagradable; que los ojos del pescado estén abultados, con la pupila negra y brillante; que la carne sea dura, elástica y compacta; que las agallas tengan un color rojo o rosa intenso y presenten un aspecto limpio y brillante; y que las escamas estén adheridas al cuerpo.
Por otra parte, debemos tener cuidado con algunas especies de pescado y marisco que habitualmente consumimos, ya que algunas pueden llegar a tener concentraciones de mercurio demasiado altas. En este sentido, un equipo del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) analizó a finales del año pasado la concentración de mercurio de 58 especies de pescado y marisco de consumo humano a la venta en mercados locales de España, Italia y Francia, encontrando que 13 especies presentaban concentraciones por debajo de las recomendadas como seguras por la Unión Europea (UE). Entre ellas se encuentran la sardina, el boquerón, el besugo, la dorada, el calamar, la bacaladilla, el caramel, el galán, el salmonete de roca, el serrano, el corvallo, la salpa y la lampuga.