Esta semana se ha celebrado el Día Mundial de las Legumbres, y aunque en España hay muchos platos que tienen como protagonista este producto, la fabada asturiana es sin duda uno de los platos más conocidos en la gastronomía española.
La fabada se vende en prácticamente todos los supermercados de España, y por eso la Organización de Consumidores y Usuarios (@consumidores) ha analizado 22 fabadas en conserva teniendo en cuenta su composición nutricional, los aditivos y aromas añadidos, su estabilidad microbiológica, la ausencia de metales pesados, su etiquetado y su degustación.
Las conclusiones son muy positivas porque no es difícil encontrar fabadas de buena calidad por un euro la lata, sin embargo para la OCU las mejores son estas tres:
Eroski Fabada a la Asturiana
Nustriscore califica con una A esta fabada sin aditivos, que solo cuesta 1,05 euros/envase. La única pega es que a pesar de tener una composición nutricional saludable, falta información sobre el origen de los ingredientes.
Auchan Fabada (Alcampo)
La composición nutricional, el color y el tamaño de las alubias colocan a esta fabada entre las mejores del mercado, a pesar de que tampoco menciona el origen de sus ingredientes, ni cuenta con la clasificación de Nutriscore. Su precio es de 0,98 euros/envase.
Alipende Fabada Asturiana (Ahorramás)
Al igual que la marca anterior, la fabada de Ahorramás destaca por su receta equilibrada, la composición nutricional y el color y el tamaño de las alubias.
Tampoco incluye el origen de los ingredientes y no incluye la clasificación Nutriscore. Además solo cuesta 0,95 euros/envase.
Conclusiones
Ninguna de las tres fabadas tiene aditivos, algo que no ocurre con 9 de las 22 analizadas. Alguno de ellos son los nitratos (E-252) y los nitritos (E-250), y otros que la OCU considera engañosos como potenciadores de sabor (glutamato monosódico E-621) y colorantes (E-160c).
Sin embargo, las mayores diferencias se encuentran en la degustación, aunque ninguna de las analizadas baja de la calificación aceptable.
La OCU califica la fabada como un plato equilibrado sin azúcares añadidos, no tiene grasas saturadas en exceso y tiene un alto valor proteico. Tampoco existen problemas de higiene.
Por último, la OCU considera que todas las marcas deberían incluir más información sobre los ingredientes que se utilizan, y la clasificación Nutriscore.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.