Clara González
Cesta de la compra
La OCU advierte sobre las legumbres Bio o Eco del supermercado
La mayoría son de importación y más baratas, pero menos respetuosas con el medio ambiente
Están presentes en gran parte de nuestros platos típicos y, a su vez, son una alternativa saludable y nutritiva. Es por eso que el valor de las legumbres, tanto para nuestra gastronomía como para nuestra salud, es incalculable. Pero la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte: la mayoría de las legumbres secas que compramos son de importación, más baratas, pero con un gran impacto ambiental en su transporte.
Perfil sostenible reducido con el transporte
Las legumbres pueden presumir de ser el vegetal capaz de proporcionarnos proteínas con un menor impacto medioambiental: las bacterias que habitan en sus raíces fijan el nitrógeno atmosférico, por lo que reducen su demanda de fertilizantes, y la demanda de suelo y agua es también inferior a la de otras plantas.
En comparación con las proteínas de origen animal, son mucho más sostenibles. Por ejemplo, su cultivo emite hasta 50 veces menos gases de efecto invernadero que su equivalente en producción de carne de ternera y 7 veces menos que la carne de pollo.
Pero este perfil sostenible se ve muy reducido cuando se cultivan en países lejanos y dejan una huella de carbono grande por el transporte. A pesar de que en España tenemos una gran tradición de cultivo de buena calidad, la mayoría de las que consumimos son de importación:
- La mayor parte de los garbanzos importados, el 71%, viene de EE.UU. México contribuye con el 15%. El 14% restante procede de Argentina y Canadá a partes iguales.
- Canadá es el principal país proveedor de lentejas: de allí viene el 58% de las que viajan a España. Otra porción grande, un 38%, tiene su origen en EE.UU. Y de Francia y Turquía nos llega el 4% restante.
- El 74% de las alubias importadas son argentinas. De Canadá y Polonia proceden otro 14%. Y el resto nos llega de EE.UU., Autralia, Perú y Turquía.
No caigas en el error de pensar que por ser Bio o Eco son más sostenibles: una gran parte de las legumbres que se comercializan con estos reclamos Bio y Eco tienen su origen en lugares como Estados Unidos o Turquía. Los cultivos Bio o Eco cuidan la forma de tratar la tierra, los pesticidas y fertilizantes, pero no tienen en cuenta la huella de carbono que puede dejar el transporte.
Desde la OCU exigen a las distintas administraciones impulsar campañas divulgativas que promocionen la compra de la legumbre nacional, más tratándose de un producto saludable cuyo consumo ha descendido un 17% desde 2020. Las legumbres destacan entre los alimentos con un aporte nutricional más completo: son ricas en proteínas, hidratos de carbono de digestión lenta (con la mejora del perfil glucémico que ello supone), fibra, así como vitaminas con actividad antioxidante y funciones importantes en el metabolismo, como el ácido fólico.
Las importadas, las más baratas
El principal motivo para la importación parece ser económico. Es lo que se deduce del estudio que OCU llevó a cabo en el otoño de 2023, en el que recogieron 237 precios de 200 productos distintos. El resultado: las de fuera salen más baratas que las españolas, a excepción de los garbanzos.
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Alubias: 5,98 euros/kg de precio medio. Las alubias blancas de producción nacional son casi 2 euros/kg más caras que las importadas; y las negras, 3 euros/kg más. Las verdinas nacionales cuestan alrededor de 15 euros/kg, mientras que las importadas (sobre todo de Canadá) no llegan a 3 euros/kg. Las fabes asturianas se venden a unos 15 euros/kg, frente a los 3 euros/kg de las que llegan de Polonia. Sin embargo, nos encontramos con la sorpresa de que las alubias pintas de la IGP La Bañeza-León son la opción más barata del mercado.
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Lentejas: 3,46 euros/kg de precio medio. La lenteja castellana de importación es unos 60 céntimos más barata que la autóctona. En la lenteja beluga puede ahorrarse más de 2 euros/kg si vienen de fuera. En la lenteja pardina apenas hay diferencias por el país de origen, pero sí en la forma de cultivo: las ecológicas cuestan alrededor de un 50% más que las corrientes. En cuanto a las legumbres certificadas, las lentejas IGP de La Armuña e IGP Tierra de Campos son de media un 14% más caras que las nacionales sin sello.
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Garbanzos: 4,20 euros/kg de precio medio. La mayor diferencia de precio no es tanto entre productos importados o no, sino entre garbanzos con sello de calidad o sin el: entre los garbanzos castellanos nacionales y extranjeros hay una diferencia de 70 céntimos, pero en este caso a favor de los primeros. Los garbanzos pedrosillanos son solo 5 céntimos más caros los de aquí. Unos garbanzos lechosos nacionales sin certificación cuestan 3,51 euros/kg, mientras que con certificación IGP Escacena se venden por 9,24 euros/kg. Los garbanzos castellanos IGP Escacena o IGP Fuentesaúco son un 26% más caros que los no certificados.
Para saber el origen, consulta la etiqueta
Si quieres saber dónde se han cultivado las legumbres que compras, no tienes más que mirar en la etiqueta del envase. Entre las legumbres de producción española, el consumidor o consumidora cuenta con una amplia variedad para elegir. Además, algunos llevan sellos de calidad: existen dos Denominaciones de Origen Protegidas (Fesols de Santa Pau y Mongeta del Ganxet) y ocho Indicaciones Geográficas Protegidas, que distinguen productos de características singulares y reputada calidad, aunque también es cierto que en muchos casos supone pagar algo más por ellos.
Un alimento con calidades extraordinarias
Las legumbres siguen siendo uno de los productos más asequibles, dado que triplican su volumen con el remojo y son un alimento muy saciante. Además, las legumbres son un alimento con cualidades extraordinarias:
- Apenas tienen grasa y la que contienen es de buena calidad.
- Son muy ricas en fibra, proteínas y vitaminas como el ácido fólico.
- Aportan hidratos de carbono de digestión lenta, bueno para mejorar el perfil glucémico.
- Además, se han asociado a diversos efectos beneficiosos para la salud como una acción protectora frente a ciertos tipos de cáncer o menor riesgo de deterioro cognitivo y mortalidad prematura.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda tomar legumbres un mínimo de cuatro veces a la semana, en raciones diarias de unos 70 gramos de peso crudo.