Consumo echa balones fuera sobre la letra ilegible de las etiquetas: "Depende de Europa"

Carlos San Juan: "No adaptar el etiquetado a los mayores es una prueba más de que somos invisibles"

Los mayores claman por que se aumente la letra pequeña de las etiquetas: "No hay quien las lea"

El Ministerio de Consumo (@consumogob), liderado por Alberto Garzón, ha evitado pronunciarse específicamente sobre su papel para lograr que se aumente el tamaño de la letra de las etiquetas de los alimentos, una de las últimas batallas que reivindican los mayores debido a los problemas de lectura que supone para la mayoría de ellos.

Y es que pese a las recientes peticiones de asociaciones de consumidores y mayores para que la información nutricional básica, de ingredientes y alérgenos sea más grande y legible para todas las personas, incluidas las que tienen problemas de visión, fuentes del Ministerio de Consumo consultadas por 65YMÁS alegan que no es una decisión que dependa de ellos.

"El etiquetado es materia de la Comisión Europea, por lo que no es una decisión que el Gobierno pueda tomar en solitario", afirman, sin aclarar si estudian insistir a Europa sobre la necesidad de mejorar su legibilidad. En efecto, es el Reglamento (UE) no 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de octubre de 2011 el que marca que la letra de las etiquetas "debe ser mayor o igual a 1,2 mm y ha de presentarse en formato de tabla, excepto que el espacio no lo permita, en cuyo caso se puede presentar de forma lineal". 

Aún así, los expertos matizan que aunque cambiar contenidos de este tipo "no suele ser sencillo" y requeriría del apoyo de otros países de la Unión Europea, "no sería de extrañar que se solicitase, sobre todo porque puede resultar insuficiente para determinadas personas con dificultades de visión", opina Iciar Astiasarán, Catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Navarra. Todo ello, sería un asunto a tener en cuenta de cara al futuro, ya que se calcula que para 2050, el 25% de la población europea será mayor de 65 años.

El 70% de los mayores de 60 años tiene dificultades de lectura de la etiqueta

Precisamente una reciente encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (@consumidores), alertaba de que más de la mitad de las personas no lee las etiquetas de los alimentos con atención y entre los motivos que más destacan está la presencia de una "letra demasiado pequeña". Una dificultad que afecta al 70% de los mayores de 60 años, según la encuesta.

De ahí que la asociación solicitó el pasado febrero de 2023 a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (@AESAN_gob_es), que depende del ministerio de Consumo, que trabaje con las autoridades europeas para aumentar el tamaño de la letra del etiquetado de los alimentos, de los actuales 1,2 mm a los 3,0 mm y se mejore la información facilitada. Una demanda, que también apoyan las asociaciones de mayores miembros del Comité de 65YMÁS, el impulsor de la campaña 'Soy Mayor, no Idiota', Carlos San Juan, y la mayoría de los mayores consultados por este diario a pie de calle. 

Asociaciones de mayores y Carlos San Juan piden cambios para mejorar su visibilidad

"Hay muchos temas urgentes en relación a los mayores y este es uno de ellos evidentemente", señala a 65YMÁS Carlos San Juan, mientras, destaca que el hecho de que las marcas no hayan modificado aún sus políticas de etiquetado es una "consecuencia directa más de que los mayores somos invisibles". Por su parte, Cristina Rodríguez Porrero, experta en accesibilidad de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (@PlataformaPMP) recuerda que esta petición ya se planteó hace 13 años– pero confía en que esta vez se pueda conseguir un cambio regulatorio.

"Los precios de los alimentos no paran de subir y es hora de que las marcas inviertan en mejoras para los consumidores como esta y acabar con el grave problema que origina el tamaño de la letra de las etiquetas especialmente en los mayores" defiende Javier García, director gerente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (@CEOMA_ong), quien señala el importante nicho de mercado que suponen los consumidores sénior. Y apunta a que se trataría de un un cambio "relativamente sencillo", que si se piensa desde el inicio del diseño de producto "tendría poco coste". 

En la misma línea opina el vicepresidente de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España Mayores (@MayoresUDP), Toni Serratosa, quien considera que informar adecuadamente a los consumidores debería ser una prioridad que beneficiaría "no solo para los mayores sino para todos los ciudadanos". Por su parte, la AESAN acaba de lanzar una campaña para concienciar a la población sobre la importancia de prestar atención a la información que hay en las etiquetas, Antes de elegir lee. Con información se come mejor, pero ni rastro hay en ella de la necesidad de aumentar el tamaño de la letra para permitir su lectura a toda la población.

Pendientes de una normativa europea de información facilitada al consumidor

Todo parece quedar por tanto en manos de Europa, como mayor o menor presión de los países miembro. Tal como informan desde las asociaciones de consumidores, actualmente la Comisión Europea está trabajando en una propuesta de revisión de la normativa sobre la información facilitada al consumidor, como parte de la estrategia europea “De la Granja a la Mesa”, donde se abordarán, entre otros temas, el marcado de fechas y el etiquetado nutricional frontal.

Para este trabajo, la Comisión está finalizando la evaluación de impacto de la propuesta en base a una consulta pública que inició en diciembre de 2021 y a la que las asociaciones de consumo tuvieron acceso. "La presentación de la propuesta legislativa estaba prevista para finales del año 2022 pero por el momento no se ha presentado", aseguran. Por lo que habrá que esperar para ver si contiene alguna modificación en este sentido.