Las personas que tienen lavavajillas en sus casas deben tomar una decisión importante: elegir el tipo de detergente que usarán para limpiar sus platos sucios. Aunque pueda parecer una cosa sin importancia, lo cierto es que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha querido pronunciarse sobre el tema.
Para ello, han decidido analizar los detergentes más vendidos en España, y ha determinado cuál de todos los formatos (pastilla, gel o cápsula) es mejor.
Pastillas lavavajillas
Si optamos por esta opción tenemos dos tipos entre los que elegir: las clásicas, que solo tienen detergente, o las 'Todo en 1', que además de lo anterior, también tienen abrillantador y sal. Estas últimas son las más vendidas, y tiene un precio medio de 21 céntimos por dosis, igual que todos los detergentes analizados por la OCU.
Su principal punto a favor es que cumplen con su función: dejan los platos limpios, y además son cómodas y fáciles de usar porque solo hay que colocarlas directamente en el cajetín del electrodoméstico o en el suelo interior del lavavajillas.
Pero lo malo es que no se puede ajustar la dosis a las necesidades de cada uno (vajilla poco sucia, lavavajillas pequeño o ciclo de media carga).
Detergentes en formato gel
"Si tienes un lavavajillas de 45 cm, un mini lavavajillas o sueles poner el lavavajillas a media carga, con un lavavajillas en gel podrás usar la cantidad que necesitas sin gastar detergente de más", asegura la OCU. Eso sí, la organización recomienda revisar bien la etiqueta y desconfiar si viene indicado un número concreto de dosis, ya que "algunos fabricantes calculan el número de lavados para una vajilla poco sucia en lugar de para una suciedad media".
No obstante, las ventajas de este tipo de detergente es que son más versátiles a la hora de ajustar la dosis, ya que pueden adaptarse a las necesidades del momento.
Por otro lado, su composición también suele ser más amigable con el medio ambiente, y su precio es el más económico de todos: 17 céntimos por dosis.
Sin embargo, sus inconvenientes es que siempre hay que estar atento a las medidas para no echar de menos, ni pasarse. Otro de sus puntos débiles es que no cumple con la función de lavar como debería. De hecho, según la OCU no suele pasar del aceptable.
Por último, cuando los lavavajillas tienen compartimentos diferentes para el detergente, abrillantador o desengrasante, podemos tener un problema, tal como explica la organización: "Si no se aprieta la botella de manera uniforme, es fácil que uno de los compartimentos se agote antes que los demás, lo que puede afectar a la calidad de limpieza".
Cápsulas
Aunque pueden parecer iguales que las pastillas, son diferentes porque su envase es de plástico, se combinan con componentes en "formato líquido con polvo compacto" y siempre tienen una película protectora de plástico hidrosoluble.
Lo bueno de este formato es que sus resultados son buenos, y al igual que las pastillas, eliminan la suciedad de los platos. También son fáciles de usar, y no hay que medir ninguna cantidad.
Pero, sin embargo, tienen bastantes inconvenientes. El primero de todos es su precio. Son más caras que las opciones anteriores, con una media de 31 céntimos por dosis.
Además, hay que tener cuidado con la humedad que puede pegar las cápsulas entre sí o deshacerlas. Por otro lado, y al igual que ocurre con las pastillas, no se puede ajustar su dosis a las necesidades de cada lavado, y su envase no suele estar aprovechado de forma óptima, lo que se traduce en un nivel de llenado bajo.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.