Las tres únicas torrijas de supermercado que aprueban el análisis de la OCU

Con la Semana Santa a la vuelta de la esquina, se acerca también la temporada de las torrijas, un clásico que no puede faltar en los hogares estos días. Con el tiempo, la torrija se ha convertido en un dulce, tradicionalmente casero, muy popular, por su rápida preparación, con ingredientes básicos como leche, azúcar y huevos, que gusta a la mayoría y que funciona como postre, desayuno o merienda. 

La primera referencia histórica conocida de un producto parecido a la torrija se remonta a la obra de Marco Gavio Apicio, gastrónomo romano del siglo I que recopiló recetas de su época. Durante la Edad Media, las torrijas se convirtieron en el alimento ideal para las mujeres que acababan de parir. Sin embargo, no está del todo claro por qué se comen torrijas en Cuaresma, aunque quizás se deba a sus ingredientes sencillos, todos compatibles con las restricciones alimentarias que se imponen en estos días.

Cada año se venden alrededor de 10 millones de torrijas, más todas aquellas que se elaboran de forma artesanal en las casas. Y es que muchas personas se atreven a hacerlas ellos mismas, pero si no contamos con el tiempo suficiente o preferimos ir a lo seguro, también podemos comprarlas ya hechas, incluso congeladas en los supermercados.

En este sentido, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha determinado cuál es la mejor torrija del supermercado, tras una revisión de varias marcas de torrijas de venta en los siguientes supermercados: Ahorramás, Alcampo, Carrefour, Casa Eceizal, El Corte Inglés y Mercadona.

La torrija perfecta

Según los expertos, la torrija perfecta debe tener las siguientes características: un grosor de al menos 2 centímetros, una textura jugosa y estar equilibrado el sabor dulce y los aromas a canela y cítricos. Sin embargo, son aspectos que desde la OCU (@consumidoresocu) no han encontrado en muchas de las torrijas envasadas de supermercado que han analizado un grupo de expertos pasteleros. 

Tal y como señalan, el principal problema de gran parte de las torrijas analizadas es el "mediocre" resultado en degustación, es decir, que la mayoría suspenden por falta de sabor, poca jugosidad o tener un retrogusto a aceite desagradable. Además, se han detectado una "excesiva" presencia de aditivos. 

"No es raro encontrar siete, ocho y hasta nueve sustancias diferentes. Algunos, como los colorantes, absolutamente innecesarios. Y el resto, como los conservantes, los agentes de textura o los correctores de acidez, evitables, tal y como prueba la composición de la torrija de El Corte Inglés, libre de cualquier aditivo", señalan en un comunicado. 

Otro defecto que han encontrado de forma muy habitual en la mayoría de las torrijas de supermercado analizadas es la sustitución de parte del azúcar o la miel por edulcorantes más baratos y de inferior calidad, como son los jarabes de glucosa.

A pesar de este cambio, señalan que el precio se mantiene elevado, siendo de 1,63 euros los 100 gramos, resultando tres veces más cara que una torrija casera elaborada con pan especial, leche, huevo, azúcar, canela y cítricos frita en aceite de girasol, incluyendo el coste en electricidad que necesitaríamos para su elaboración. Aunque sí que resulta más barata, casi la mitad de precio, que una torrija de pastelería. 

Las torrijas de supermercado que aprueban el análisis

De las torrijas de supermercado analizadas, desde la OCU señalan que solo tres han aprobado el análisis. Son las siguientes:

• Torrijas de Mercadona: tienen un precio de 5,50 euros el envase de 400 gramos con 4 torrijas, lo que serían 13,75 euros el kilogramo. Es la mejor valorada en degustación, destacando su equilibrio en sabores y aromas, y su textura jugosa. Sin embargo, es la que más aditivos emplea, entre los que destacan tres colorantes (E100, E160b, E160e) y un conservante, el E211 o benzoato sódico, que se recomienda evitar en niños. También es la más rica en grasa y azúcar. 

• Torrijas Casa Eceiza: tienen el precio más caro, de 3,49 euros el envase de 200 gramos de 2 torrijas, lo que serían 17,45 euros el kilogramo. Es la segunda en la valoración en degustación, por resultar jugosa y tener un agradable regusto a caramelo. Sin embargo, no tiene aspecto de torrija, sino que se parece más a un pudding, y ha obtenido la peor valoración nutricional del estudio, al incluir el colorante (E160a), "algo innecesario".

• Torrijas de Carrefour: tiene el precio más bajo del estudio, de 5,49 euros el envase de 415 gramos con 3 torrijas, lo que serían 13,25 euros el kilogramo. Destaca en degustación por su jugosidad, además de ser la torrija con el contenido más bajo de grasa y azúcar. Sin embargo, incluye un colorante, el E160b, y en la degustación se distingue un ligero exceso de canela.