Así funciona el timo de la 'multa falsa' que suplanta la identidad de la DGT para robarte dinero

Lamentablemente, las estafas online ya forman parte de nuestro día a día. No es raro ver como diferentes instituciones y organismos alertan a través de sus redes sociales que están suplantando su identidad para recopilar datos personales de sus clientes, o robarles dinero.

Hace pocos días, el Instituto Nacional de Ciberseguridad es ciberseguridad (Incibe) alertó a la población sobre una estafa que, en nombre de la Dirección General de Tráfico (DGT), tiene como objetivo robar dinero a todo el que recibe el SMS.

Tal y como ha explicado el Incibe, el mensaje que reciben las víctimas es el siguiente: "DGT: último recordatorio antes de la penalización". Además, para dar más credibilidad, adjuntan el número de expediente y un enlace directo al mismo, que evidentemente no es seguro, y que te redirige a una página donde puedes introducir tus datos bancarios. De esta manera, la víctima cree que ya ha solucionado su problema, aunque en realidad, está ocurriendo todo lo contrario.

Si nos fijamos en el mensaje, las faltas de ortografía ya deberían darnos una pista de que no hay ninguna penalización, ya que se trata de una estafa. Pero eso no es todo: la DGT nunca comunica las sanciones por SMS. Lo hace mediante correo electrónico o a través de la Dirección Electrónica Vial (DEV), si así lo ha solicitado la persona. Por lo tanto, todo lo que llegue por otras vías es una estafa.

Incibe

Cómo detectar un fraude

Los estafadores siempre tratan de copiar los correos y los mensajes de texto de empresas legítimas para engañar a los usuarios y conseguir de esta forma que les proporcionen información personal y contraseñas a través de enlaces fraudulentos. Estas señales pueden ayudarte a identificar las estafas: 

• La dirección de correo electrónico o el teléfono del remitente no coinciden con el nombre de la empresa a la que asegura que pertenece.
• El mensaje difiere bastante de otros correos que te ha enviado esa empresa.
• En el mensaje se solicita información personal, como un número de tarjeta de crédito o la contraseña de una cuenta, o se pide que se pinche en un enlace o se descarguen archivos adjuntos. 

Si aun así no estamos seguros, lo mejor será tratar de contactar con la identidad que se supone que nos ha mandado el mensaje, para asegurar que sea verdadero y no un fraude.