La seguridad es la primera preocupación de los mayores cuando navegan por internet, muy por delante de la falta de conocimientos tecnológicos.
Esta es la principal conclusión que se desprende de la encuesta de 65YMÁS sobre Ciberseguridad, en la que han participado 3.210 personas, el 85% de los cuales tenía entre 60 y 79 años, es decir, las franjas de edad de los mayores que más acceden actualmente a la web.
VÍDEO: programa especial comentando los resultados de la encuesta de 65YMÁS.
En concreto, el 84% de los mayores encuestados afirma tener miedo de caer en una estafa online y el 72,8%, que es su principal temor a la hora de navegar por la web.
Más precavidos
Y este miedo, según se desprende de la encuesta, lleva a los mayores a caer en menos estafas online.
Así, sólo el 21,8% de los participantes confiesa haber sufrido este tipo de estafa, mientras que el porcentaje aumenta a casi el 30% en menores de 49 años.
La presidenta de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (@CEOMA_ong), Sabina Camacho, corrobora estos resultados en el programa especial de 65YMÁS sobre ciberseguridad y mayores –ver vídeo, arriba–, presentado por la directora del diario, Ana Bedia, en el que participan también expertos en ciberseguridad como Laura del Pino, responsable de Seguridad de la Información de BBVA España (@BBVA_espana); Gerardo Fernández, miembro del Google Safety Engineering Center (@GoogleES); Ramiro López, CEO de Mundimed (@Mundimed); y Eduvigis Ortiz, líder del capítulo español de la Fundación Women4Cyber (@Women4Cyber) y responsable en España de alianzas estratégicas de SAS Institute (@SASInstitute).
"Cuando navegas por internet no sabes muchas veces con lo que te vas a encontrar", afirma la presidenta de CEOMA. "El miedo nos hace ser más precavidos y tomar precauciones, ante aquellas situaciones que nos han producido angustia, ansiedad o en las que nos hemos sentido engañados, para que no vuelvan a ocurrir", indica.
"En general, las personas tienden a pensar que no van a ser víctimas de un ciberataque. '¿Para qué quieren mis datos si yo no tengo nada importante?', se preguntan. Pero la realidad es que cualquiera podemos ser objetivo de un fraude o de una amenaza en el mundo digital. Por esa razón, hay que ser más precavidos. Y eso lo hacen muy bien los mayores, que tienen esa ventaja, frente a colectivos más jóvenes, con más autoconfianza en el mundo digital, lo que les hace ir más rápido y, a veces, caer", argumenta la responsable de Seguridad de la Información de BBVA España, Laura del Pino.
Conocimientos de ciberseguridad
Ahora bien, cabe señalar que, en la franja de 80 a 89 años, el porcentaje que ha sido víctima de una estafa es mayor (28,2%) que el de los mayores de 60 a 69 años (21,6%) o el de los de 70 a 79 años (19,5%).
Y esto probablemente tenga que ver con la falta de conocimientos de ciberseguridad, otro problema que afecta al colectivo –sobre todo a los más mayores– y que podría provocar que, pese a todas las precauciones que toman, terminen cayendo en estafas.
De esta manera, pese a que el 79,8% de los participantes confirma que utiliza un antivirus en su dispositivo principal, que actualiza regularmente los programas y aplicaciones (59,1%) y que sabe qué es el phishing (70,6%) –suplantación de identidad para hacerse con datos personales–, la mayoría reconoce también no aplicar habitualmente otras medidas de "higiene digital", imprescindibles para estar protegidos en la red, como el uso frecuente de VPN (Red Privada Virtual) para navegar (34,6%), la realización de copias de seguridad (34,9%), la revisión de la configuración de privacidad (31,4%) o la utilización de claves seguras (34%).
Una realidad preocupante, a ojos de Gerardo Fernández, miembro del Google Safety Engineering Center (GSEC), el nuevo centro de excelencia en ciberseguridad de Google en Málaga, quien advierte que, por ejemplo, si los mayores no usan contraseñas seguras y no las van cambiando, podrían "tener varios servicios comprometidos, en caso de fuga de credenciales".
Aun así, matiza Fernández, destaca positivamente la concienciación con las prácticas de higiene digital que tienen las personas mayores. "Tenemos un grupo de menores de 50 años, el perfil que más cerca ha tenido las tecnologías desde el principio, que, sin embargo, tiene menos preocupación por la ciberseguridad", lamenta.
Falta de formación
Por ello, sostiene, es esencial hacer hincapié en la formación, para que este colectivo, preocupado por las estafas online y otras amenazas presentes en la web, pueda acceder a herramientas con las que protegerse en la web.
Y es que, según la encuesta, únicamente el 18,4% de los encuestados confirma haber asistido a cursos sobre seguridad en internet. Unporcentaje, que baja a menos del 10% en los grupos de edad más mayores, como las personas de 80 a 90 años.
En este sentido, en opinión del experto Ramiro López, CEO de Mundimed, compañía pionera de la telemedicina en Europa, es esencial cambiar el enfoque y hacer más accesibles estos conocimientos, transmitiéndolos de forma sencilla y didáctica.
Además, añade, es importante que toda la sociedad se implique en esta labor. Una conclusión, que coincide con las demandas de los encuestados, que aseguran que el sector público, las empresas, los medios de comunicación y los colegios deberían involucrarse en la prevención, pero especialmente las administraciones (35%) y los cuerpos de seguridad del Estado (25%).
Y la clave para llegar a los mayores, sostiene el CEO de Mundimed, es trabajar a nivel local –ayuntamientos, asociaciones...–. "Hace falta más información y formación de proximidad", propone.
Coincide con López la líder del capítulo español de la Fundación Women4Cyber y responsable en España de alianzas estratégicas de SAS Institute, Eduvigis Ortiz.
"El 98% de todo el riesgo que puedes asumir, lo podemos quitar con unas bases de higiene digital muy sencillas: tener antivirus, usar contraseñas seguras… Todas estas cosas son muy fáciles de incorporar, con una formación básica y estando alerta", asegura.
Uso de internet de los mayores
La encuesta también aborda otros asuntos como los usos que hacen los mayores de internet. Frente a la velocidad y la inmediatez del consumo de contenidos digitales, abanderada sobre todo por los o perfiles más jóvenes, este colectivo tiene una navegación más pausada, con más permanencia en página, participativa y serena en sus comentarios.
En este sentido, pasan entre 5 y 10 horas a la semana en internet, un dato que contrasta con que el 64,9% de los menores de 45 años afirman navegar más de 10 horas a la semana. De esta manera, a medida que la edad aumenta, el consumo de internet se reduce.
Respecto a los dispositivos más utilizados, los mayores se decantan más por el ordenador portátil (34%), el de sobremesa (29,6%), el teléfono móvil (25,7%) y la tablet (10,6%).
Eso sí, de nuevo, con el aumento de la edad, en personas de más de 80 años va ganando peso el ordenador de sobremesa y se abren paso las tablets frente a los móviles.
Cabe señalar que las redes sociales preferidas por los mayores son WhatsApp (65,5%) y Facebook (15%), mientras que otras, como TikTok, apenas tiene llegada entre el colectivo y las actividades más realizadas en la web son revisar el correo (38,8%), leer diarios digitales (30,3%), operaciones bancarias (20%) y las menos, el uso de las redes sociales (9,7%) y compras online (1,3%).
Finalmente, en lo que a habilidades informáticas se refiere, el 76% de los participantes consideran que cuentan con conocimientos básicos o intermedios.
En resumen: al contrario de lo que se considera, los mayores son un segmento de edad que ha realizado en su mayoría una rápida adaptación al mundo digital, lo que les hace conscientes de sus carencias formativas en términos de manejo de tecnología y ciberseguridad y, por lo tanto, son más precavidos.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.