Colombofobia o cuando el pánico a las palomas te bloquea

La colombofobia es un trastorno que sufren algunas personas que viven en ciudades donde hay palomas, puesto que se trata de una fobia específica a estas aves. Estas personas se ven incapaces de poder estar al lado de palomas, o incluso de verlas, aunque sea de lejos. Es un trastorno de ansiedad más frecuente de lo que imaginamos. Según expone el portal web Psicología y Mente, un estudio de Lipsitz y colaboradores concluye que alrededor del 90% de las fobias de tipo animal empiezan en la infancia, concretamente antes de los 12 años y afectan mayoritariamente a personas de sexo femenino.

Las personas que padecen esta aversión a las palomas tienen pánico a desarrollar un ataque de ansiedad, al ver o al acercarse a esta ave. En este sentido, experimentan miedo a perder el control, a enloquecer o a morir por los propios síntomas de la ansiedad. Consecuentemente estos individuos evitan transitar por lugares que puedan frecuentar las palomas. Sin embargo, el problema radica en que estos animales pueden estar en cualquier lugar de la ciudad, y quienes sufren este trastorno desconocen el momento en que se los pueden encontrar, por lo que estas personas pueden, en casos extremos, llegar a dejar de salir de casa. Se está hablando, pues, de un miedo irracional que si no se trata específicamente, puede agravarse.

Los principales síntomas de la Colombofobia pueden estar relacionados con los de la ansiedad. Es decir: sudoración, mareos, dolor de cabeza, náuseas, etc. Son los mismos síntomas que se padecen si se sufre ornitofobia, la fobia genérica a los pájaros. Otra consecuencia que conlleva la ansiedad a estos animales es que las personas que la sufren pueden llegar a desarrollar toda clase de actitudes que resulten incomprensibles para muchas otras personas. Y esto les condiciona a aislarse y a dejar de tener una vida social normal.

Tratamiento

Para combatir una fobia, en primer lugar es necesario conocer la causa principal que ha desencadenado la situación actual, al igual que sucede con cualquier otro tipo de fobia. El tratamiento se centra básicamente en técnicas psicológicas, entre las que está la exposición. Dicha exposición, en este caso a las palomas, puede hacerse de forma intensiva o gradual, dependiendo de los síntomas y el grado de la fobia que hayamos desarrollado.

No obstante, para aquellas personas que han llegado al punto de  no poder salir de casa por culpa de la Colombofobia, el tratamiento más utilizado es la medicación, ya que puede llegar a ser la única forma de recuperar su vida habitual. En el caso de recurrir a la terapia, también se le pueden añadir técnicas de relax y meditación para que la persona pueda mantener el control ante el problema. Y lo más importante, que el paciente no esté solo y cuente no solo con apoyo profesional, sino también con el de amigos y familia.