Economía

Iñaki Ortega: "Sin los sénior trabajando, la economía española no funcionaría, entraría en colapso"

Doctor en Economía y experto en 'silver economy', defiende mayor compatibilidad de pensión y empleo

Pepa Montero

Foto: Ana Bedia

Sábado 6 de abril de 2024

14 minutos

Pepa Montero

Foto: Ana Bedia

Sábado 6 de abril de 2024

14 minutos

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Iñaki Ortega Cachón (@InakiOrtega), doctor en Economía, profesor universitario, consejero asesor del Centro Ageingnomic de Fundación MAPFRE y director del Área de Educación Directiva de LLYC (@LLYC_Global), subraya en esta entrevista con 65YMÁS el gran potencial económico de la silver economy y el enorme valor de los trabajadores sénior, sin los cuales, asegura, "la economía española no funcionaría, entraría en depresión, en colapso". 

A su juicio, los retos de las pensiones en las próximas décadas, protagonizadas por el retiro masivo del baby boom, hacen necesarias medidas como "apostar por el aumento de la población activa, impulsar la prolongación de la vida laboral, fomentar el trabajo a tiempo parcial y una mayor conciliación entre pensión y empleo". 

Para Ortega, también miembro del Comité de Expertos de Economía de 65YMÁS, España tiene los mimbres para "convertirse en una industria referente de la economía plateada, al estilo de lo que ha intentado Portugal o Grecia. Para ello, es necesario una gran apuesta público-privada por generar una industria que ofrezca casas, servicios, cuidados, tratamientos socio-sanitarios y experiencias a sénior de todo el mundo, y también a los españoles, de la mano de empresas españolas".

 

Iñaki Ortega

 “España es de los mejores países del mundo para vivir si eres una persona mayor” 

PREGUNTA.- España tiene la jubilación del baby boom a la vuelta de la esquina. ¿Cómo de grave será el aumento del gasto en pensiones, y cómo afrontarlo?

RESPUESTA.- Tenemos la inmensa suerte de vivir en España, uno de los países donde las personas viven más años y además lo hacen con salud también altísima. Por eso yo, al hablar de pensiones, quiero empezar hablando de la grandeza de un país como España, de sus instituciones, de los gobiernos, pero también de las empresas y los ciudadanos, que han hecho posible que seamos uno de los mejores países del mundo para vivir si eres una persona mayor.

P.- La última reforma de pensiones creó el Mecanismo de Equidad Intergeneracional, que implica un alza de cotizaciones para trabajadores y empresas. ¿Hace falta otro tipo de medidas? 

R.-  A mi juicio, aspectos a tener en cuenta son, por ejemplo, que habrá que permitir que mucha gente siga trabajando más años. También conseguir que mucha gente que hoy (y mañana) no son población activa, pasen a serlo. Habrá que lograr que muchas personas que no optan por trabajos a tiempo parcial, puedan acceder a ellos. Y todo esto, hay países en el mundo que nos lo han enseñado. Por ejemplo, Suecia, donde las tasas de actividad de los mayores de 50 y 55 años superan en 15 y hasta 20 puntos las cifras de España; esto nos indica que en nuestro país puede haber, y habrá, más personas mayores que quieran trabajar.

“Hay que apostar por más trabajo a tiempo parcial y mayor conciliación de pensión y empleo”

P.- Precisamente, Gobierno y agentes sociales están negociando cambios en la jubilación parcial, para fomentar el retraso del retiro completo de los trabajadores, y permitir cobrar la pensión y seguir trabajando…

R.- El trabajo a tiempo parcial puede ser un elemento de dinamismo laboral y de cara a la jubilación, que actualmente no se tiene en cuenta en España. En este caso, vemos cómo en Alemania existen numerosas personas mayores que optan por trabajar, no a jornada completa, sino unas horas, y eso también sería un factor que en España permitiría que llegaran ingresos extra al sistema de Seguridad Social, sin tener que recurrir solo al aumento de cotizaciones. Ya he citado varias medidas, como aumentar la población activa e impulsar el empleo a tiempo parcial, y podríamos hablar también de fomentar que más personas concilien pensión y trabajo, con lo cual, también aumentarían los ingresos del sistema. Y una cuarta vía podría ser luchar contra determinados fraudes e ineficiencias que tiene el sistema, lo que permitiría sanear las cuentas de la Seguridad Social

P.- El Gobierno, de momento, ya ha incrementado las cotizaciones sociales…

R.- De cara a reforzar el sistema de Seguridad Social, existe una quinta palanca, que puede ser adaptar las cotizaciones, pero tienen que adaptarse de una manera que sean sostenibles, porque si no, lo que podemos conseguir es el efecto bumerán: que haya muchos empresarios que no quieran contratar y desincentiven el necesario aumento de la población activa. Si eso ocurre, estaríamos perjudicando a medio plazo el propio sistema de financiación de las pensiones.

 “Casi 5 millones de españoles que superan los 55 años están en el mercado laboral”

P.- La conciliación de pensión y empleo, o la prolongación de la vida laboral, entroncan con el reto del talento senior. ¿Qué medidas podrían evitar la expulsión sistemática de los sénior del mercado laboral?

R.- En primer lugar, es necesario que nos demos cuenta de que el talento senior sigue aportando a la sociedad al día de hoy. Se nos olvida que hay más población activa de más de 55 años que de menos de 30, y eso acaba instalándose en la sociedad y parece que no hay mayores autónomos, o mayores buscando trabajo o trabajando. Y hay que decirlo alto y claro: cerca de 5 millones de españoles que superan los 55 años están en el mercado laboral. Y hay casi 1 millón de senior autónomos, frente a apenas ciento y pico mil jóvenes autónomos. Es decir, lo primero es poner en valor lo que ya aportan los senior. Sin los senior trabajando hoy, la economía española no funcionaría; entraríamos en depresión, en colapso. El emprendimiento y el gobierno de las empresas no existiría sin las personas mayores, porque son una gran mayoría. Solo en España, uno de cada tres autónomos son seniors. Dicho esto, subrayar que hay un gran margen por recorrer para conseguir que de los casi 17 millones de españoles que tienen más de 55 años, trabajen más de los 5 millones que lo hacen ahora. Esto no quiere decir que una persona de 80 años se tenga que poner a trabajar, pero las personas de 80 años que quieran seguir trabajando, deberían poder hacerlo y conciliar la pensión y el empleo.

P.- Los sénior son una importante fuente de consumo y de riqueza en la economía española, pero no conocida ni reconocida.

R.- En efecto, también hay que concienciar a las empresas de que son una fuente de riqueza: hoy la población es senior, el consumo viene de los senior y es imposible servir a los senior desde empresas que no tienen empleados senior. Y habría que incentivar el que contraten senior porque es la mejor forma para una empresa de ser competitivos y vender más. Y también habría que incentivar a los propios senior para que, por muy atractivo que parezca iniciar un proceso de inactividad a los 52 años, por recibir un subsidio o una prejubilación, eso va en contra de sus propios intereses, porque les impide una mayor cotización para la pensión futura. Diré asimismo que eso lesiona su salud, porque está demostrado científicamente que cuando una persona trabaja, tiene mejor salud. A mi juicio, Estado, empresas y personas son los ingredientes para elaborar un gran plan de economía senior, porque tenemos las mejores condiciones del mundo para liderar esta economía plateada.

"La 'silver economy' es un filón para España: casas, servicios, cuidados y experiencias para sénior de todo el mundo"

P.- En los últimos años, la silver economy, la economía de los sénior, se está poniendo en primer plano. ¿En qué hemos mejorado en España, y cuáles son los grandes retos?

R.- Hemos puesto en el foco de la opinión pública la importancia de los senior. Hay amenazas, pero yo quiero centrarme en las oportunidades, que tienen que ver con lo económico. Una población sénior que tiene vivienda en propiedad, patrimonio, salud, que tiene además una ambición por hacer cosas, es sin duda una fuente de riqueza para aquellas empresas y emprendedores que lo quieran ver. Si eso se sitúa en el ámbito global, es un mercado maravilloso. Los economistas hablamos de un mercado azul, un océano azul donde se puede hacer crecer las compañías, donde pueden ofrecer bienes y servicios que ahora no hacen. Es un mercado que va a crecer sí o sí dos dígitos todos los años. La oportunidad que tiene España es generar empresas, generar oferta para los senior de España y de todo el mundo. Porque no es una locura plantearse que España sea el mejor lugar del mundo para retirarse. Ya lo es para una gran mayoría de españoles. ¿Y por qué no, para los retirados de cualquier parte del mundo? Eso sería construir una industria de la economía plateada, al estilo de lo que ha intentado Florida en Estados Unidos y lo que ha intentado Portugal o Grecia. Para ello, es necesario una gran apuesta público-privada por generar una industria que ofrezca casas, servicios, cuidados, tratamientos socio-sanitarios y experiencias a sénior de todo el mundo, y también a los españoles, de la mano de empresas españolas.

P.- Ese ruido que a veces se oye en torno a los mayores y las pensiones, aludiendo a un enfrentamiento entre generaciones, ¿tiene alguna base? Hay quien dice que los mayores quitan el empleo a los jóvenes…

R.- Al hablar de los problemas de los jóvenes (las tasas de precariedad en el empleo o especialmente la dificultad para emanciparse y comprar una vivienda), se ha instaurado la idea de que eso está causado por los mayores, porque están detrayendo recursos del sistema vía pensiones. Y eso es rotundamente falso; como todas las trampas mentales y sesgos cognitivos, está basado en prejuicios. Y es fácil pensar que si la empresa contrata a un mayor ya no puede contratar a un joven. O que si el mayor no se jubila, el joven ha de esperar. Pero el reto es entender que el empleo no es estanco, sino que lo crean las empresas en función de determinadas oportunidades. Y hay oportunidades ahora vinculadas, por ejemplo, a la economía senior. Porque, ¿dónde está escrito que los jóvenes no puedan trabajar en el ámbito de los cuidados, el consumo o el ocio para mayores? Al mismo tiempo, ¿dónde está escrito que no pueda haber nuevos ingresos públicos que permitan ayudar a los jóvenes? Si somos capaces de dar empleo a muchos más senior, habrá más ingresos en las arcas públicas, incluso si alargamos la jubilación y permitimos la conciliación del trabajo y la pensión, entrará más dinero al Estado, y eso permitirá financiar políticas para los jóvenes. Además, si miramos los países del mundo donde hay menos desempleo juvenil, nos encontraremos, curiosamente, que es donde más empleo senior hay. Por tanto, no es verdad que tener a mayores trabajando perjudique a los jóvenes.

“Las trabajadoras mayores afrontan una doble discriminación: por edad y género”

P.- España tiene una gran tasa de paro senior, que tiende a cronificarse y afecta más a las mujeres. ¿Sufren las sénior una doble discriminación: de género y por edad?

R.- Sin duda. Se trata de una discriminación por edad y género, que está implantada en la sociedad y en las personas que contratan, por desgracia. Varios experimentos que se han hecho en los últimos años, alguno muy reciente que se hizo en el País Vasco, demostraron que cuando los currículums son ciegos y no se ve la edad ni el género, las personas que tienen la responsabilidad de contratar eligen a personas mayores y mujeres. Pero cuando ven la edad y el género, no se elige a esas personas, porque hay un sesgo, un prejuicio. Y porque los responsables de Recursos Humanos en las empresas acaban pensando, primero, que la edad es fragilidad, cuando es radicalmente falso. La edad es fragilidad a partir de los 75 años, pero en España, en términos generales, de 55 a 75 años, una inmensa mayoría tiene buena salud y está en perfectas condiciones para trabajar. Un segundo prejuicio contra los mayores es la obsolescencia tencológica. Por supuesto que la obsolescencia es un hándicap a partir de edades avanzadas, pero también existe el problema de que no hay aplicaciones amistosas. Aun así, diferentes estudios demuestran que los españoles mayores tienen una menor brecha digital que los europeos. Hay 12 millones de españoles de más de 55 años que están en internet, y cada año 1 millón más entra en Internet (comercio electrónico, para informarse, comprar, socializar, etc.). Otro prejuicio que acogota a las mujeres es el de los cuidados, lo que lleva a no contratarlas por pensar que la mujer va a tener que estar pendiente de sus nietos, de su marido, de su familia, y tenemos que decir, alto y claro, que desde los 55 a los 70 años, las mujeres tienen mejor salud que los hombres. Y están muy preparadas para seguir en el mercado laboral, así que esos prejuicios no están basados en la realidad.

"Es necesario que nos informen por carta de cuál es la previsión de nuestra pensión futura"

P.- Cambiando de tercio, las familias españolas pinchan en ahorro para la jubilación. Habida cuenta de que el producto tradicional, los planes de pensiones individuales, han sufrido un hachazo fiscal, ¿considera que el panorama se complica?

R.- Desde luego, la drástica reducción de aportaciones a los planes de pensiones privados complica mucho la situación. Ante todo, hay que decir que los españoles confían en un sistema de pensiones público, piensan que les va a servir para sostener un nivel de vida suficiente cuando llegue la jubilación. Esa confianza ciega les lleva a minusvalorar algunas cuestiones, por ejemplo, que el sistema público les cubrirá, pero quizás no con la generosidad actual. Y ese minusvalorar los riesgos tiene que ver con una falta de educación financiera del país, porque tampoco tenemos información. Es necesario que nos informen por carta de cuál es la previsión de nuestra pensión futura. Si los trabajadores tuviesen esa carta, seguramente decidirían ahorrar para tener una pensión más alta y evitar problemas. Otra variable es que no se incentiva un sistema de ahorro que esté basado en pilares alternativos al público. Es decir, tenemos los planes individuales, y ya estamos viendo las malas noticias de cómo se han derrumbado las cifras por la falta de apoyo fiscal. Y existen los planes de empleo, donde, a pesar de los bienintencionados intentos del Gobierno, es muy difícil remontar: la situación económica no es sencilla para que las empresas se aprieten el cinturón, porque les decimos que tienen que pagar más cotizaciones, y además les pedimos que ahorren para sus empleados. En conclusión, tenemos el pilar de la pensión pública, sostenido por el Estado, pero luego los otros dos pilares, planes individuales y de empleo, no van bien.

P.- Existe un cuarto pilar, menos conocido, para obtener recursos en la jubilación, que son los productos de licuación de la vivienda, pero no acaban de despegar.

R.- En efecto, existe un cuarto pilar que coniste en hacer líquido el patrimonio inmobiliario, la casa. No hay que olvidar que el ahorro principal de los españoles está en la vivienda y hay fórmulas, como la hipoteca inversa, la nuda propiedad, el alquiler inverso, la vivienda inversa.... que permiten tener esos ahorros convertidos en líquidos y asumir los últimos años de vida con una liquidez que no llega vía pensiones públicas. 

"Es compatible apoyar el sistema de pensiones público, fomentar los planes privados y la licuación inmobiliaria"

P.- Respecto a los planes de pensiones, un problema añadido es que en 2025 entra en vigor la denominada liquidez total, que permitirá retirar todo el dinero que cumpla 10 años de antigüedad. ¿Opina que se debería revertir?

R.- El ahorro, en cualquiera de los pilares de la previsión social que hemos citado, hay que apoyarlo. ¿Dónde está escrito que si apoyas un sistema de pensiones público no puedas fomentar un sistema de pensiones privado, de planes de empleo o de licuación del patrimonio inmobiliario? No es incompatible. Tenemos que apoyar cualquiera de esos cuatro pilares, aprendiendo de nuestros vecinos europeos. Debemos permitir que el sistema público esté saneado; permitir que el sistema privado esté incentivado para que puedan incorporarse muchas personas; no poner de ninguna manera trampas; permitir que los planes de empleo sean apoyados y, al mismo tiempo, fomentar las mejores condiciones para las compañías, que son los que lo van a pagar. Es necesario generar un ambiente amistoso para que las empresas puedan pagar las pensiones futuras de los empleados. Si, por el contrario, nos dedicamos a ponerles trabas burocráticas, fiscales, contributivas, no conseguiremos que apoyen los planes de pensiones de empleo. Y, vuelvo a insistir, garanticemos que un país de propietarios como es España pueda beneficiarse de ese ahorro inmobiliario, hacerlo líquido, cuando la persona mayor quiera complementar su pensión privada.

Sobre el autor:

Pepa Montero

Pepa Montero

Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).

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