Martín Godino Reyes, uno de los más importantes abogados laboralistas de España, es socio director de Sagardoy Abogados y especialista en pensiones de este despacho, además de Académico Correspondiente de la Real Academia Española de Jurisprudencia y Legislación. Recientemente, ha sido reconocido como uno de los principales abogados laboralistas a nivel mundial por el informe Who’s Who Legal Thought Leaders 2023.
En esta entrevista con 65YMÁS, plantea el serio problema de la necesidad de trabajadores activos, "que solo se podrá salvar con inmigración ordenada y posiblemente con un progresivo alargamiento del mantenimiento en el mercado de trabajo y el retraso de la jubilación". Considera que en la última reforma de las pensiones faltan medidas de contención del gasto, para asegurar la sostenibilidad del sistema de cara a la jubilación del baby boom, y se muestra muy crítico con el gran peso de las cotizaciones sociales para las empresas, "que es cada vez más insoportable".
Precisamente, para favorecer la mayor permanencia de los sénior en el mercado laboral, cree necesaria una flexibilización de las fórmulas de jubilación activa y parcial, ahora poco utilizadas, que permiten compatibilizar el cobro de una parte de la pensión con el puesto de trabajo.
"El exceso en los tipos de cotización es una carga que las generaciones más jóvenes no pueden asumir"
PREGUNTA.- España envejece, la esperanza de vida aumenta, lo que plantea grandes desafíos. ¿Cuáles son los principales retos para el mercado laboral, los trabajadores y las empresas?
RESPUESTA.- El envejecimiento de la población española plantea un problema evidente, que se manifestará en toda su magnitud en los próximos 15 años, en los que accederán a la jubilación personas trabajadoras nacidas en el periodo del baby boom y que difícilmente tendrán reemplazo en las generaciones más jóvenes y ya menos numerosas. Al margen del problema de sostenimiento del sistema de Seguridad Social, se plantea la necesidad de trabajadores activos, que solo se podrá salvar con inmigración ordenada y, posiblemente, con un progresivo alargamiento del mantenimiento en el mercado de trabajo y el retraso de la jubilación.
P.- Las cotizaciones sociales y las bases máximas subirán con fuerza en los próximos años, para impulsar los ingresos de la Seguridad Social. ¿Cree que hacen falta también medidas que contengan el gasto?
R.- Sin duda alguna, la respuesta es que sí hacen falta esas medidas adicionales de ahorro. El peso de las cotizaciones sociales es cada vez más insoportable para las empresas, y esa carga terminará afectando al volumen de empleo. Las medidas orientadas exclusivamente al aumento de los ingresos, sobrecargando el coste del empleo, están destinadas al fracaso y a su necesaria revisión.
P.- Con la última reforma de pensiones, ¿se asegura la sostenibilidad del sistema, como para afrontar la jubilación del baby boom?
R.- Se asegura la sostenibilidad teóricamente, porque se hacen proyecciones basadas en dar por supuesto que el incremento exponencial de los ingresos, por la vía de un aumento muy notable de las cotizaciones, no va a tener impacto en el empleo. Ojalá sea así, por supuesto, pero tengo muchas dudas de que ese vaya a ser realmente el escenario.
P.- CEOE, Cepyme y los autónomos critican que la reforma recarga en exceso a las empresas, con más cotizaciones, que redundarán en alza de costes laborales y pérdida de competitividad. ¿Está de acuerdo?
R.- Completamente de acuerdo. El exceso en los tipos de cotización es un castigo al crecimiento del empleo y, lo que es peor, una carga que las generaciones más jóvenes no pueden asumir, porque va a provocar, ya lo está haciendo, un deterioro de su nivel de vida y de sus expectativas de alcanzar ellos mismos, cuando lleguen a la edad de jubilación, pensiones equivalentes a las que hoy tenemosen España.
"Tenemos una edad media real de jubilación muy baja, mientras la esperanza de vida supera claramente los 80 años"
P.- ¿Qué medidas considera imprescindibles para apuntalar el sistema de pensiones?
R.- En este ámbito, no hay recetas mágicas y es siempre muy difícil la predicción y el acierto. Pero me atrevería a decir que hay que apostar claramente por la prolongación de la vida activa, pues seguimos con una edad media real de jubilación muy baja, claramente por debajo de los 65 años, con una esperanza de vida que supera también claramente los 80. Eso no quiere decir que haya que trabajar igual, sino que hay que construir sistemas de jubilación progresiva, transformación de las tareas en las edades más cercanas a la jubilación, etc. En ese esquema, es fundamental que la negociación colectiva se tome en serio esa tarea para ordenarla, equilibrando los intereses de empresas y trabajadores en ese mismo propósito. Y, por supuesto, es necesario seguir profundizando en el desarrollo de la previsión social empresarial, de manera que gran parte de los trabajadores puedan estar cubiertos también, además de por el sistema público, por un sistema complementario flexible, financiado por empresas y por los propios trabajadores, en un sistema de ahorro a largo plazo que es además muy beneficioso para la economía en su conjunto.
"Los requisitos y limitaciones hacen que la jubilación activa y la parcial sean ineficaces"
P. ¿Por qué no funcionan en España las fórmulas de la jubilación activa, o de la jubilación parcial? ¿Necesitan las empresas más incentivos fiscales, exenciones, etc, para compatibilizar empleo y pensión, más allá de los 65/67 años?
R.- No funcionan porque son insuficientes y porque establecen tantos requisitos y limitaciones que convierten a esas fórmulas en ineficaces. Hay que simplificar claramente ambos modelos, la jubilación activa y la parcial, haciéndolas accesible universalmente y sin que supongan un sacrificio para las empresas y los propios trabajadores que contemplan su incorporación a esas fórmulas.
P.- En cuanto al talento sénior, ¿cómo se puede frenar su desperdicio en la sociedad y las empresas?
R.- Aquí son las empresas, y también la negociación colectiva, quienes tienen que asumir un nuevo paradigma. Ya no se puede prescindir del talento senior, tanto por el valor que aporta al propio funcionamiento de la empresa y de la sociedad, como por la razón más práctica de que la renovación cada vez va a ser más difícil en un mercado en el que ya muchos puestos de trabajo no se pueden cubrir porque no se encuentran personas con los conocimientos adecuados.
"Hacen falta más y mejores incentivos fiscales y de Seguridad Social en el ahorro para la jubilación"
P.- España pincha en ahorro para la jubilación. Por ejemplo, los planes de pensiones no han despegado nunca, y la inmensa mayoría de jubilados vive casi exclusivamente de la pensión pública...
R.- Es necesario incrementar notablemente el número y alcance de los sistemas de previsión social empresarial. Pero ni hay incentivos fiscales y de Seguridad Social suficientes para ello, ni tampoco demanda y compromiso por parte de los agentes sociales para desarrollarla y promoverla. Es verdad, hay que señalarlo como buena noticia, que posiblemente esta última situación está cambiando en los últimos años, y la negociación colectiva sectorial empieza a tomar conciencia, impulsada por el legislador, de que es un beneficio social y económico apostar por esos planes de previsión social generalizados.
P.- ¿Podemos esperar un fuerte crecimiento de los planes de empresa, o de los simplificados, como prevé el Gobierno en su última reforma?
R.- Mi impresión es que sí se va a producir un desarrollo en los próximos años de los planes de pensiones de empleo, sobre todo de los planes simplificados sectoriales. Aunque, como he dicho, el impulso de los agentes sociales, sindicatos y organizaciones empresariales, es imprescindible para que ocurra. Y para ello son necesarios más y mejores incentivos fiscales y de seguridad social.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).