La redacción de 65YMÁS elige a las 65 personas mayores de 65 años más influyentes de España en 2024. Un total de 65 sénior, verdaderosinfluencers que no se limitan a un éxito pasajero en redes sociales, sino cuyo ámbito de influencia ha traspasado y sigue traspasando fronteras físicas y generacionales. Y es que para alcanzar el éxito hace falta tiempo, perseverancia y continuo crecimiento, valores todos ellos que vienen de la mano de la experiencia con la que cuentan de sobra los representantes de nuestra lista de mayores de 65 años más influyentes.
Bartolomé Freire
El doctor Bartolomé Freire Arteta(75 años) ha sido elegido por la redacción de este diario por su dilatada experiencia como psiquiatra y por su contribución al estudio de la jubilación.
El médico nació en la localidad de Xubia, un municipio cercano a Ferrol, en la provincia de La Coruña. Según cuenta en su propia página web, de joven se sintió "atraído por el funcionamiento de la mente a partir de la lectura de El Análisis del carácter de Wilhelm Reich que me regaló un amigo". Esto le llevó a cursar la carrera de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid, a finales de los años 60, especializándose posteriormente en Psiquiatría.
En los años 70, decidió viajar al continente americano para proseguir sus estudios. "Mi mujer (enfermera) y yo decidimos continuar nuestra formación en el extranjero y después de un breve paso por el Instituto Mexicano de Psicoanálisis (UNAM) nos trasladamos a Washington, D.C.. Allí vivimos cuatro años, tuvimos a nuestra primera hija y cursé, en The Washington School of Psychiatry, un programa de Psicoterapia Psicoanalítica (tres años), otro de Terapia Familiar (un año) y varios más. También trabajé en un centro de salud mental que atendía a una importante comunidad latinoamericana", recuerda en su web.
Tras su experiencia en Estados Unidos, ejerció en el hospital de la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, tratando a militares y familias, tarea que compaginó con la redacción de su tesis, doctorándose finalmente en Psiquiatría por la Universidad de Alcalá en 1985.
"Seguidamente, pasé a dirigir uno de los primeros centros comunitarios de salud mental que se abrieron en la Comunidad de Madrid como parte de un plan de renovación de la asistencia psiquiátrica, desplazándola de los hospitales y acercándola a la población. Fue una experiencia apasionante en la que participé durante 11 años", comenta.
"A la par, continué mi entrenamiento psicoanalítico en el Instituto Psicoanalítico de Madrid y mantuve mi práctica de psicoterapia hasta que me jubilé a los 60 años", indica.
Estudioso de la jubilación
En ese momento, cuenta, no quiso dejar de estar activo y se dispuso a "iniciar otras actividades que me interesaban, como hacer un trabajo útil y original en mi campo profesional". "Al enfrentarme a una situación desconocida busqué alguna bibliografía que me ayudara a conocer los retos que iba a afrontar", relata.
"Así fue como descubrí que había poco escrito en español sobre el impacto psicológico de la jubilación. De ahí me surgió la idea de hacer una aportación personal estudiando las diferentes estrategias para adaptarse a la misma. Me propuse identificar sus diferentes proyectos y cómo los hacían realidad. Para disponer de la información necesaria, mi colega Richard Margolies, Ph.D. y yo diseñamos un plan de trabajo y un cuestionario abierto con el que entrevisté a 150 personas jubiladas. De esta manera nació mi libro: La jubilación, una nueva oportunidad, recuerda.
Una obra, de la cual se desprende que hay diversas formas de afrontar la jubilación. Así lo resumía en una entrevista publicada por 65YMÁS hace tres años:
"Establecí 5 perfiles distintos:
Los atareados son personas que continúan su trabajo, o buscan una tarea que se convierta en el centro de su vida. Se trata de personas que se sentían muy identificadas con lo que hacían antes, que habían disfrutado mucho de su trabajo.
Los disfrutadores son personas que quieren disfrutar de las posibilidades que la jubilación ofrece, pero de una manera relajada, sin compromisos. En este grupo había muchas mujeres que valoraban tener la libertad de hacer lo que querían, porque durante toda su vida habían estado gobernadas por sus padres, sus maridos, sus hijos, la casa, el trabajo…y ahora era el momento de escucharse a si mismas.
Los sosegados no querían tensiones ni agobios. Decían que habían tenido muchos problemas durante su vida, y ahora estaban centrados en la casa, valoraban su relación de pareja, y huían de cosas que les provocaban ansiedad.
Para los exploradores la jubilación había sido un punto de inflexión para cambiar su vida o a ellos mismos, desarrollando nuevas habilidades o cambiando el enfoque. En este grupo hay muchas mujeres que habían tenido un déficit de educación.
Los desenfocados no tienen un plan propio para vivir la jubilación, ocupan su vida con rutinas, y muchos se sienten insatisfechos y utilizan calificativos peyorativos sobre esta etapa.
Pero, además, dentro de cada grupo había personas que desarrollaban nuevas habilidades, aprendían cosas, enriquecían sus relaciones, avanzaban en su autoconocimiento... mientras otros no se sentían satisfechos con lo que estaban haciendo", enumeraba.
Y concluía: "Pienso que la mayor felicidad llega en edades avanzadas, porque las personas mayores adaptamos nuestras expectativas a la realidad. Aumenta la capacidad para ser realista, para ser más tolerante con los demás, para ver las cosas en su conjunto con una visión holística. Hay capacidades que se desarrollan con el envejecimiento, afortunadamente, lo que contribuye a que las personas mayores se declaren más felices que las personas, por ejemplo, de 40 años".
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.